El fiscal general federal de Bahía Blanca, Alejandro Salvador Cantaro, quien está en uso de licencia, fue procesado en una causa en la que se lo imputa de brindar protección a una banda de narcotraficantes.
El pasado lunes, el juez federal 1, Walter López Da Silvia, acusó al fiscal de "encubrimiento por haber brindado ayuda a dos personas a eludir el accionar de la Justicia y por haber omitido la denuncia correspondiente".
De acuerdo a la información brindada por fuentes judiciales, "el juez entendió que el fiscal colaboró con su sobrino Sebastián Gauna San Millán y Facundo Texido, imputados en una causa por tráfico de estupefacientes, a eludir el accionar de la Justicia, pero además no hizo la denuncia que estaba obligado a hacer por sus funciones".
Es por ello que las acusaciones que pesan sobre el fiscal Cantaro "están doblemente agravadas, primero porque se trata de tráfico de estupefacientes agravado y segundo por su carácter de funcionario público".
El procesamiento se inició en 2018 con el operativo "Drogas Sintéticas II", por el que ocho personas fueron imputadas de narcotráfico y Gauna San Millán (31), todavía figura como prófugo.
Cantaro fue mencionado en distintas escuchas telefónicas, entre las cuales hubo conversaciones con al menos dos personas de la banda, entre ellas su sobrino, Gauna San Millán.
En el caso "Drogas Sintéticas II", se secuestraron más de un centenar de dosis de cocaína compactada, 1.500 semillas y 5 plantas de marihuana, ente otros elementos.
Según informaron fuentes judiciales, el procesamiento dictado fue sin prisión preventiva ya que Cantaro posee fueros por ser fiscal.
Cabe recordar que al fiscal se le imputan además, dos hechos de prevaricato que concurren realmente con el delito antes mencionado", agregó el vocero del juzgado. Uno de ellos, se produjo en el marco de un expediente que el fiscal le había iniciado el ex camarista Néstor Montezanti por delitos de Lesa Humanidad.
Montezanti había presentado amparos en la Cámara Federal para revertir la situación en la que Cantaro intervino como fiscal y la hipótesis es que habría actuado contrariamente a derecho impidiendo el avance de los amparos.
En otro caso, Cantaro fue citado para fines de este mes a indagatoria en otro expediente en el que también se investiga el tráfico de drogas.
Respecto a su presunta vinculación con la causa que involucra a Lázaro Báez, Cantaro y su subalterno Antonio Castaño, quedaron pegados a las presuntas maniobras de lavado que Lázaro Báez desarrolló en la ciudad bahiense.
Según la investigación, Báez recurrió a tres grupos empresarios para poder obtener facturas truchas por decenas de millones de pesos, que terminó en la radicación de una denuncia penal en el año 2013.