Los profesionales de la salud del Hospital Dr Angel Pintos, como parte de los trabajadores de la Salud que venimos siendo sostén de la estrategia sanitaria para enfrentar la Pandemia de COVID 19, vemos la necesidad de expresar públicamente la preocupante situación que atravesamos.
Realizamos esta exposición luego de un recorrido institucional que incluye reuniones y consultas varias con ambos Secretarios de Salud en el último mes. El día 17 de Diciembre de 2020 le entregamos un petitorio con 3 puntos y la firma de cerca de 100 profesionales al Dr. Bravo.
No queremos ahondar tampoco en el contexto porque nos resulta doloroso tener que hacerlo a esta altura. Nos resulta penoso caer en cuenta que perdimos tanto y aprendimos tan poco. Queremos ser respetuosos de los 91 conciudadanos fallecidos hasta el momento y acompañamos a sus familias en el dolor. Todavía lloramos, a los nuestros y a todos. Los extrañamos. El Hospital es menos Hospital sin Maria.
Desde Marzo que estamos dando la pelea sin parar. Sin descanso. La única “licencia” que tuvimos fue cuando nos tocó enfermarnos por la exposición en nuestros trabajos. Con suertes dispares, algunos volvieron rápido, otros todavía están convalecientes después de meses, otros no volvieron. Tenemos suspendidas las vacaciones. Nos podremos tomar una licencia extra solo si la situación epidemiológica lo permite (las proyecciones hoy hacen presumir que no será posible).
Estamos exhaustos. Estamos en el límite de nuestras posibilidades. Muchos colegas se han licenciado por ser grupo de riesgo y otros han renunciado. Hubo que cubrir los baches en un momento donde la demanda y la carga asistencial se han vuelto muy intensas y desgastantes. No somos héroes, ni queremos esa condición, ni tratos preferenciales. Somos trabajadores. Heroe sería capaz el que perdió su trabajo en la pandemia y sigue dando la pelea para “parar la olla”. Nosotros agradecemos seguir siendo trabajadores. Estamos orgullosos de poder cumplir este rol social en este momento tan difícil. Lo volveríamos a elegir.
Agradecemos los aplausos, pero necesitamos ver que todo el esfuerzo también va acompañado de políticas y gestos para fortalecer nuestro sistema de salud, que vamos a aprovechar la oportunidad. Necesitamos ver que nuestro salario no se devalue. No estamos pidiendo una reparación histórica. Pedimos que en lugar de un 0 % de aumento salarial (para todo el año solo se otorgó una bonificación que representa entre $ 500 y $700 mensuales, luego de los descuentos) podamos construir una propuesta que nos permita no perder con la inflación, como tuvieron nuestros colegas en el HZMI Argentina Diego, con un 35.7%, o como los trabajadores docentes o estatales que, aun cerrando acuerdos menores, tuvieron aumentos cercanos a la inflación. No queremos tratos preferenciales, pedimos ,al menos, iguales condiciones. Lo mismo sucede si miramos municipios vecinos.
También pedimos no quedar en el medio de rencillas políticas que poco aportan a resolver la situación. Es inexplicable que la vacuna Sputnik V llegue una semana después a Azul. Y también es inexplicable que no se comience a vacunar siguiendo los protocolos propuestos para priorizar a los trabajadores de la salud más expuestos.
Como dijimos, todavía tenemos la posibilidad de sacar algo en limpio de todo este desastre, de ser más compañeros y más solidarios. Los trabajadores tenemos mucho por aprender y quienes tomas las decisiones también.
No sería justo decir que solo somos los profesionales, también camilleros, choferes, personal de limpieza, administrativos, personal de seguridad, técnicos, los equipos de seguimiento, etc. Es importante pasar en limpio los deberes que nos dejó la primera ola cuando ya estamos viendo llegar la segunda. Nosotros nos proponemos seguir estando en el frente, les pedimos a quienes nos gobiernan que hagan lo mismo.