En el marco de la mayor crisis económica, social y sanitaria del siglo XXI por la pandemia, posterior a los últimos años de gobierno neoliberal y antipopular que empobreció al pueblo argentino y enriqueció a un sector ínfimo de la sociedad; hoy la desigualdad y la injusticia social es aún más profunda.
El aporte a las grandes fortunas busca que quienes son multimillonarios (es decir, quienes tengan declarados más de 200 millones de pesos) aporten por única vez (de aquí el carácter extraordinario del aporte) entre el 2 al 3,5 por ciento progresivamente, hasta alcanzar fortunas de más de 3.000 millones de pesos. Alcanzaría a alrededor de 12 mil personas (el 0,026 por ciento de la población argentina total).
La aprobación de este proyecto, además de significar una recaudación cercana a los 307.000 millones de pesos, es fundamental para que el ajuste no recaiga sobre los sectores más vulnerables y la clase media trabajadora. También porque el 15% de lo recaudado va a ir destinado a un fondo del Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP), para seguir generando obras de infraestructura y urbanización en estos barrios. Recordemos que en nuestra ciudad son cerca de 10 los Barrios Populares.
De esta forma, además de convertirse en una herramienta para contribuir a la solución del problema habitacional mediante la puesta en marcha del programa de lotes con servicios (con Fernanda Miño en la conducción de la Secretaría de Integración Socio Urbana del Ministerio de Desarrollo Social y Hábitat), también porque surge la posibilidad de debatir una reforma tributaria progresiva, donde se le quite el peso de la carga tributaria a los sectores medios y populares y que las grandes fortunas que realmente les sobra, paguen más.
Ni los pobres, ni la clase media. Que la pongan las grandes fortunas.