La denuncia y posterior clausura de la disco Shitto desnudó la falta de controles en la noche azuleña. Habilitados como bares, son varias las cervecerías y locales gastronómicos de la ciudad que durante los fines de semana se convierten en boliches bailables, en medio del aumento de casos y el temor de una segunda ola de coronavirus en el país.
Mientras tanto, el municipio que debería controlar el cumplimiento de los protocolos parece no enterarse lo que pasa durante las noches de viernes y sábado en Azul. “No es ni más ni menos que lo que ha pasado en estos meses en diferentes lugares de nuestra ciudad”, afirmó el dueño de Shitto, José “Pepe” Sánchez, al justificar la falta de protocolos en su discoteca. Un día después de la clausura de ese local bailable, al menos dos locales gastronómicos armaron fiestas en las que no se respetó la distancia social, no se ve ningún barbijo y ni se respetan los horarios de cierre. En la madrugada del domingo tuvieron que interceder patrulleros para evitar el caos en uno de ellos.
En las imágenes, que están publicadas en las redes sociales, se puede ver a jóvenes bailando como si fuera 2019. Uno de los videos fue grabado al aire libre, pero el otro directamente es en un espacio interior.
Hace menos de un mes, el intendente Hernán Bertellys afirmó durante la apertura de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante que “las proyecciones desde epidemiología no son alentadoras. En el mediano plazo se espera un incremento de contagios”. Probablemente, lo que esté pasando en la noche azuleña no ayude demasiado ante ese panorama.
Está claro que el sector gastronómico fue uno de los más golpeados durante la pandemia y necesita trabajar, sin embargo los protocolos son una forma de poder llevar adelante sus negocios y proteger a la ciudadanía ante la amenaza del virus. Si los chicos de jardín y primaria pueden usar barbijo y mantener distancia cuando están en un aula, cuesta entender que quienes asisten a esos locales no logren hacerlo. Y sobre todo, la falta de controles de parte del estado en medio de la pandemia.
Foto: la imagen de la nota es ilustrativa.