Tarde movida en Azul. A partir de las 17.30 horas, entre ochenta y cien autos recorrieron la ciudad para manifestar su desacuerdo con la cuarentena y para pedir un protocolo que permita trabajar a muchos sectores muy perjudicados económicamente desde el inicio del aislamiento.
La marcha se mezcló con un reclamo de diferentes trabajadores de la salud que se replicó en todo el país, y tambien en Azul, para pedir "el cese de los actos de persecución y acoso judicial" de los que están siendo objeto los médicos que arriesgan su salud en los lugares de trabajo. La caravana de autos pasó por el Hospital Pintos, el centro de Azul y siguió por Colón hasta el Balneario.
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EL RECLAMO MÉDICO
Unas 40 agrupaciones de profesionales de la salud organizaron una caravana nacional “para hacer visible ante el conjunto de la sociedad lo que durante tantos años perversamente se silenció. Debe saberse que hoy el personal de salud argentino es perseguido, bajo amenaza de perder el trabajo, mediante aprietes de toda naturaleza, agravados por el abuso que ya de por sí implican los regímenes de precarización laboral, fomentados y concretados por los administradores de salud, tanto estatales como privados”.
“Hoy la salud está tomada por el poder político, quien sistemática e históricamente la abandonó a su suerte, sin importarle la calidad asistencial ni el bienestar de quienes la dispensamos dejando nuestra vida en la tarea. Y la privada, por inescrupulosos empresarios que emplean por poco dinero y abonando a largos plazos”, dice el comunicado difundido en un documento llamado ¿Por qué marchamos?.