El gran Osvaldo Soriano contó alguna vez sobre “El panal más Largo del mundo”, una de las obras de la literatura deportiva más importantes que se haya podido leer; pero era un cuento. Lo cierto es que desde hace tiempo el Handball lleva adelante esta iniciativa surgida de un profe de Río Segundo y que cada vez tiene más participantes. La intención es jugar 36 horas seguidas y batir un nuevo récord.
El objetivo en esta oportunidad es superar las 36 horas de juego, casi sin que la pelota deje de estar en movimiento por las acciones propias del deporte demás fomentar la práctica de esta disciplina deportiva y que el evento se viva como una gran fiesta. Vale decir que el fin es solidario y desde la organización se motivará la participación de todos las entidades deportivas y educativas en general.
Se enfrentan dos equipos, el principal objetivo es sumar minutos al partido, el resultado es anecdótico. Desde que el reloj marca el inicio nunca se detiene, se respetan las categorías y el sexo en cada segmento del partido. No hay técnicos previstos, surgen ocasionalmente, sí hay encargado de realizar los cambios según las categorías y sexo y los árbitros van rotando en forma voluntaria.
Esta idea de hacer un partido sin límites de tiempo, surgió como un proyecto institucional en la escuela San Luis Gonzaga de Río Segundo. El profesor “Karphy”, planteó la posibilidad de hacer “El partido más largo del handball” y así fue como todo comenzó. La primera vez fue en el año 2010, 6 y 7 de agosto, fue una batalla superar el frío y las 24 horas, pasar toda una noche jugando, pero se logró y dejó muchas satisfacciones, alegrías y buenos recuerdos. Al año siguiente se mejoraron algunos errores y se puso en marcha la segunda edición y así continua hasta hoy.