Hace un poco más de 20 años el paisaje eterno de Mina Clavero le servía como excusa a Roberto Cáceres para intentar, como todos lo pensamos alguna vez, conquistar un lugar en el mundo para hacerlo propio y de esa manera nació el Hotel Ferrari.
El misionero llegó a Avellaneda en Buenos Aires como un joven del interior que busca descubrir nuevos horizontes cuando arriba a las grandes urbes y es donde la vida le regaló el tesoro más preciado para un hombre, Maxi y Martin, sus hijos.
Roberto dejó la escenografía de un barrio clásico de Buenos Aires para descifrar el susurro del viento en uno de los lugares de las sierras más cerca del cielo. Un lugar cálido y franco es lo que encontrás si vas al Hotel Ferrari, un lugar afable, tranquilo como tu casa y el trato es realmente como si estuvieras en tu casa.
"Yo te dejo la llave, vos salís con tu familia a cenar y después venís, cerras y me dejas la llave puesta en la puerta… Acá no hay problema", y no hubo problemas. "A que hora querés desayunar?, vos decime…" ese es Roberto Cáceres.
El Hotel Ferrari está ubicado en Intendente Oviedo 1334 a unos metros del centro de la perla de Traslasierra y muy cerca de la playa central, un clásico lugar con habitaciones amplias con servicios completos y una vista privilegiada, largos pasillos y mucha iluminación, amplio comedor y un hogar con leños al ingreso de la recepción.
Roberto junto a Andrea encontraron su lugar en el mundo en la perla de Traslasierra, donde todos funcionan de otra manera, donde todos viven a un ritmo mucho más tranquilo que en el resto del planeta, donde la tonada te enamora, donde la Feria de Villa Las Rosas te invita a volver, donde pasas una noche con tus hijos y volvés a ser un chico mas y donde cada mañana recibís el buen dia de buena gente.
El Hotel Ferrari está abierto para los amigos que vuelven cada vez que tienen la oportunidad, que cuando te vas le das un abrazo a Aníbal, le das un beso a Susana, otro a Andrea y un gran abrazo a Roberto con la promesa de que vas a volver, y eso haremos algún día.