Este lunes se supo a través de la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, que el Gobierno analizaba aplicar una sola dosis de la vacuna Sputnik V hasta marzo, y luego avanzar con las segundas dosis, para alcanzar más personas.
“En este contexto de pandemia es muy lógico pensar que se pueda vacunar a más gente con la primera dosis y diferir la segunda para cuando ya esté controlado el brote”, dijo Vizzotti.
La estrategia iría en el mismo sentido que la que se utiliza en otros países del mundo, con vacunaciones más flexibles para llegar a más gente en menos tiempo. El objetivo es lograr una inmunidad parcial a las puertas de la segunda ola de coronavirus que ya llegó a Estados Unidos y Europa.
Reino Unido, por ejemplo, autorizó la aplicación de la fórmula de AstraZeneca con dos dosis, pero con un intervalo de hasta 12 semanas en lugar de cuatro, como fue probada. Y en Estados Unidos probarán aplicar dos medias dosis de la fórmula de Moderna a ciudadanos entre 18 y 60 años.
¿Podría hacerse algo similar en Argentina con la Sputnik V?
Belkys Maletto, experta en vacunas e inmunología del Conicet y la Universidad Nacional de Córdoba, dijo que debería respetarse la cantidad de dosis con las que las vacunas fueron aprobadas -en el caso del coronavirus, dos dosis- “pero en tiempos de pandemia, a veces se buscan caminos alternativos”, agregó.
El objetivo de las vacunas es estimular al sistema inmunológico para generar anticuerpos en los primeros días, y luego otra respuesta inmunológica más duradera: la inmunidad celular.
Los ensayos de fase 1 y 2 de la vacuna Sputnik, que se iniciaron en marzo, mostraron que con la primera dosis ya otorga inmunogenecidad. Es decir, que le otorgó anticuerpos al 100% de los voluntarios.
“En cuanto a la inmunidad celular (de memoria), el porcentaje baja al 77,8% para el caso de las células T CDC4 y CD8. Con la segunda dosis el porcentaje es más alto”, explicó Maletto.
“La estrategia puede ser no dar una sola dosis, sino espaciar el tiempo entre la 1º y 2º, de tal manera de llegar a cubrir a más gente con lo que hay disponible y luego colocar la segunda inyección”, añadió.
Originalmente, la Sputnik V contempla una segunda dosis a aplicarse 21 días después de haber obtenido la primera.
Datos sobre las otras vacunas
Las vacunas desarrolladas por otras farmacéuticas arrojaron más datos de sus resultados de fase 3: la de Pfizer demostró que a los 12 días de la primera dosis ya ofrece protección, aunque no en todos los vacunados.
Con la vacuna de Moderna Inc. se observaron menos casos de infección sintomática por Covid-19 después de una dosis única.
“La segunda dosis se necesita para consolidar la respuesta inmune, para homogeneizar la respuesta en toda la población vacunada y quizás también para consolidar la respuesta inmune de memoria”, concluye Maletto.
La diferencia importante presente en la vacuna Sputnik V es que las dos dosis son distintas, no es la misma que se repite, como en los otros casos. .
Por eso, de la vacuna rusa no puede aplicarse la segunda dosis como si fuera una primera. O al menos no hay estudios concluyentes analizando ese caso.
En los últimos días se supo que Rusia estaba teniendo dificultades para fabricar a escala esta segunda dosis de la vacuna, que deberían llegar a Argentina -300.000 dosis- este mes.
Por Lucas Viano.
* Este texto fue publicado originalmente por La Voz. Se reproduce aquí con la autorización correspondiente.