Su nombre es Jaime Díaz de León y es mexicano, de la ciudad de Delicias, en el estado de Chihuahua. Superó dos veces la muerte en las últimas semanas ya que tuvo en menos de 15 días dos enfermedades que invadieron su organismo: el coronavirus y la mucormicosis rinocerebral, más conocida como “hongo negro”.
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Jaime, de 48 años, comenzó a sufrir fuertes cefaleas una vez que recibió el alta por Covid-19.
Por ese motivo no pudo volver a su trabajo: “Era un dolor de cabeza insoportable, me despertaba en la madrugada llorando del dolor y mi hija tenía que inyectarme para quitarme el dolor, para poder dormir, comer y pasar el día, así pasé casi un mes”.
Luego de algunas semanas sin que se encontraran los motivos, Díaz de León fue a un hospital privado de Chihuahua. Iba con cajas de analgésicos, antiinflamatorios y antibióticos generales para tratar lo que se suponía era una sinusitis.
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Pero fue el neurocirujano Luis Ordóñez Solorio quien detectó una sinusitis severa que destruía la órbita del ojo e invadía la base del cráneo, y también un aneurisma cerebral.
“Aunque en ese momento no existía una confirmación patológica de que se trataba de un hongo, sabíamos que era una infección agresiva y era urgente operarlo”, dijo el facultativo.
En principio lo trataron por su aneurisma y luego un equipo de expertos lo volvió a operar para limpiar la infección y liberar los senos paranasales.
Los médicos tuvieron que extirpar el ojo izquierdo, completamente invadido por el hongo, para evitar que siga la infección.
Ordóñez Solorio aclaró, en una entrevista con diario “El país”, que el avance del hongo fue menos agresivo en este caso porque el hombre no tenía ninguna enfermedad preexistente como diabetes o cáncer.
En México, el primer caso sospechoso de infección por hongo negro se dio a conocer a principios de junio en la ciudad de Chalco, ubicada en el Estado de México.
Los familiares de Gregorio Avendaño Jiménez, de 34 años, aseguraron que el hombre tenía pocas semanas de haber superado el coronavirus cuando detectaron las manchas negruzcas en su rostro y los dolores de cabeza.
A pesar de su traslado de emergencia hacia un hospital el paciente falleció a los pocos días.