El Senado de la Nación aprobó hoy un proyecto del oficialismo que solicita que la próxima emisión de Derechos Especiales de Giro (DEG) del Fondo Monetario Internacional (FMI) se aplique para financiar la puesta en marcha de políticas públicas destinadas a resolver los problemas derivados de la pandemia por coronavirus y no el pago de deuda o intereses, como hubiese querido el ministro de Economía, Martín Guzmán.
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La iniciativa, presentada por el oficialista Oscar Parrilli apunta sobre fondos estimados en 4.350 millones de dólares y fue respaldada por el Frente de Todos y sus aliados y rechazada por la oposición.
El proyecto solicita que el monto se destine a políticas sanitarias y “no al pago de la deuda por capital, intereses o gastos, que el país mantiene con dicho organismo financiero internacional y/o con otros países englobados en el Club de París”.
El autor de la medida reseñó que “esta decisión surgió del FMI a raíz de una petición del G-20 para contar con instrumentos adicionales para cubrir necesidad de financiamiento y reservas provocada por la pandemia”. Además, negó que el proyecto complique las negociaciones que encara el gobierno de Alberto Fernández con el organismo y afirmó que “es una ayuda para lograr la mejor negociación y la mejor relación posible con las autoridades del Fondo”.
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Asimismo, opinó que “el Fondo debe cambiar sus exigencias a los países deudores”. “Tienen que cambiar, no hay posibilidades, ni en la Argentina ni en el mundo. No hay política económica sana, razonable y sustentable que no considere fundamentalmente el equilibrio social de una nación. Es imposible”, remarcó el autor del proyecto.
¿Interna en el Frente de Todos?
“Los medios y la oposición dicen que es una interna”, comenzó diciendo Parrilli sobre las conflictos que surgieron entre Cristina Fernández de Kirchner y Martín Guzmán por la salida frustrada del subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo.
“Lo mismo dijeron cuando este bloque le mandó una nota al FMI enumerando las anormalidades del crédito que el organismo le dio al presidente (Mauricio) Macri pero el Fondo nos dio la razón”, agregó el extitular de la AFI.
Y agregó: “Lo que estamos haciendo es precisamente apoyar y colaborar con nuestro Gobierno y con el señor ministro de Economía para lograr la mejor negociación y relación posible con las actuales autoridades. El destinatario de este proyecto es el Fondo Monetario Internacional, al que con humildad le decimos que tiene que cambiar las exigencias para los países deudores”.
Desde la oposición no piensan lo mismo. “Este proyecto es innecesario y queda abstracto porque el FMI no dijo que este dinero se tenía que usar para pagar deuda. El proyecto en ningún momento le dice nada al Fondo, le dice a Guzmán en qué debe usar la plata y en qué no. La única razón es marcarle la cancha al ministro de Hacienda”, dijo el radical Julio Martínez.
Algo parecido opinó Martín Lousteau: “¿Por qué tratamos esto ahora que el ministro está afuera con el Presidente? Es más fácil llamar por teléfono al Ministro que es de su espacio político y pedirle discutirlo con él. Deben tener su número de whatsapp”, ironizó.
“Es mucho más fácil: llaman al ministro y discuten con él este maná que les cayó del cielo. ¿Hay que hacer un proyecto de Declaración? Pretender que esto no es una señal hacia adentro de la coalición es raro”, afirmó Lousteau. Finalmente, consideró: “Es lindo vestir las cosas de épica pero, la verdad, hasta que no resolvamos los problemas de fondo, esa épica es vacía”.
El radical riojano Julio Martínez, en cambio, opinó que la iniciativa “tiene como único objetivo marcarle la cancha al ministro de Economía”. “No hay ningún apuro en resolver esto, porque el Fondo todavía no ha decidido nada con los Derechos Especiales de Giro”, aseguró.
El presidente del interbloque de Cambiemos, Luis Naidenoff, opinó que “en el oficialismo existen unos niveles de diferencias que deberían resolver” y llamó la atención de que “el fuego amigo genera un daño que es irreparable en el marco de una situación difícil”.