Política
El presidente con más votos y el más expuesto al veto
La transición entre gobiernos ha quedado reducida a cuestiones de protocolo. La verdadera transición es entre el esquema de partidos que concluye y el que todavía no termina de llegar.
La transición entre gobiernos ha quedado reducida a cuestiones de protocolo. La verdadera transición es entre el esquema de partidos que concluye y el que todavía no termina de llegar.
Dos indicadores clave impactaron a pocos días de la emisión del voto: el dólar paralelo rompiendo la barrera de los mil pesos y el índice de inflación cómodamente establecido en el piso de los dos dígitos mensuales y con envión hacia arriba.
Milei y Massa configuran juntos un polo populista cuya única amenaza seria es el tercio del electorado que todavía resiste proponiendo un cambio republicano y liberal.
¿Cuál es el país que preparan para diciembre Cristina Kirchner, Alberto Fernández y Sergio Massa? Una sombra de angustia asoma como respuesta.
El populismo en repliegue de Cristina Kirchner y el emergente de Javier Milei son bastante parecidos. Más que una ideología, representan una lógica identitaria: nosotros contra ellos.
Massa aprendió de joven, en sus históricas tertulias con Luis Barrionuevo y Graciela Camaño un postulado fundacional de la casta, apenas exagerado: que las elecciones no se ganan con votos, sino con los que cuentan los votos. Es lícito imaginar entonces la preocupación de Massa al ver que Luis Barrionuevo se juntó con Milei.
El fallo de la jueza Loretta Preska puso al país frente al tamaño de su abismo económico, mientras los liberales de afuera avisan que hay un “riesgo democrático”.
Gobernadores, empresarios y gremialistas recuperan su antigua rutina: a rey muerto, rey puesto.
En medio de un tenso clima social, que la semana pasada explotó en robos organizados disfrazados de saqueos, los tres espacios políticos más fuertes post PASO buscan redefinir su campaña electoral de cara a octubre.
Si una elección presidencial se define centralmente por la opción entre la continuidad o el cambio, y si por lo general es cierto que la situación económica sesga el voto de una manera insoslayable, las primarias de hoy deberían tener un resultado previsible.
El país en crisis se encamina a dilucidar algunas incógnitas en las primarias que vienen, que exceden los nombres de los candidatos a disputar la presidencia de la Nación. La primera de esas incógnitas será quién se impone en el choque de vectores, entre voto obligatorio y ausentismo.
El ministro Sergio Massa aplicó una devaluación del tipo de cambio y en el acto hubo una ola de remarcaciones de precios en productos de consumo masivo. De inmediato, el candidato Sergio Massa prometió: “Seré el presidente argentino que derrote a la inflación”. Hay tanta distancia entre la realidad y el discurso que conviene indagar sobre ese abismo.
La columna de opinión de Edgardo Ramón Moreno.