El Gobierno Nacional decidió despedir de su puesto a un funcionario del Ministerio de Justicia que habilitó el 10 de mayo pasado la compra de 60 “armas electrónicas incapacitantes” (Taser X2) para destinarlas a la Policía de la Ciudad de Buenos Aires.
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Se trata del Director Ejecutivo de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMAC), Ramiro Urristi, quien había habilitado la compra de pistolas Taser -un arma que marcó diferencias dentro del oficialismo-.
Luego de dos meses del acto administrativo en el cual había habilitado la compra de 60 armas electrónicas incapacitantes, Urristi formalizó su alejamiento de su cargo este jueves.
“Por medio de la presente, me dirijo a usted a efectos de presentar mi renuncia, a partir del día de la fecha, al cargo de Director Ejecutivo de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC)”, reza la carta enviada al ministro Martín Soria.
“Agradezco la confianza brindada y aprovecho la ocasión para saludarlo con distinguida consideración”, cierra la carta dirigida a Soria, quien habría sido quien le solicitó la renuncia.
Las causas del alejamiento apuntan a que habría sido causado por haberle dado luz verde a la Ciudad en un tema que divide aguas hasta dentro del mismo oficialismo.
Cabe recordar que el uso de las Taser a llevado a controversias, no sólo son un símbolo del contraste tanto con las posturas de Juntos por el Cambio -y las políticas implementadas por Patricia Bullrich- como en el propio oficialismo: mientras la ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, las inhabilitó, su par bonaerense Sergio Berni las reclama, en una de las muchas diferencias dentro del mismo partido político.
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Quién es Ramiro Urristi
Ramiro Urristi, de 42 años, había sido designado como director de lo que era el ex Renar actual ANMaC el 24 de abril de 2020. Nació en Coronel Dorrego, es abogado y realizó numerosos estudios de posgrado.
Durante la gestión de Daniel Scioli en la provincia de Buenos Aires trabajó en ambas cámaras bonaerenses, en Asuntos Agrarios, ARBA y en Contaduría General.
Su nombre quedó en medio de la grieta sobre el uso de las pistolas Taser. Dado que cuando asumió Frederic suspendió los protocolos de uso de estas armas disuasorias, que había sido impulsado por su antecesora, Bullrich.
No obstante, desde la Ciudad reclamaron su restablecimiento como medio efectivo de disuasión, después de la trágica muerte del policía de la Federal acuchillado por un hombre en Palermo, Diego Santilli volvió a solicitar la compra de 300 pistolas.
Por su parte, Berni en el conurbano bonaerense reclamó por las pistolas y marcó sus profundas diferencias con Frederic también en la implementación de esta tecnología. “Ha quedado muy claro que el arma Taser es de uso fundamental”, dijo Berni, tras la muerte del policía.
