Una mujer de 36 años murió tras ser asaltada por cuatro delincuentes que la arrojaron de la moto para robarle, en el partido bonaerense de Almirante Brown. Sin embargo, pese a que les informaron que su muerte se debió a un infarto, la familia asegura que “la asesinaron”.
El hecho ocurrió en el cruce de Charcas y Gorriti, en dicho distrito de la zona sur del conurbano. El episodio se desencadenó cuando cuatro delincuentes, en dos motos, interceptaron a la víctima, identificada como María Fernanda Álvarez.
La mujer regresaba de trabajar y se dirigía en una moto Corven 125 roja a su casa pero los asaltantes la arrojaron del vehículo para robárselo y terminó cayendo al costado del camino, dentro de una especie de zanja o desagüe de caños de hormigón al aire libre que le provocaron graves heridas.
Según las fuentes, los “motochorros” huyeron tras consumar el robo y Álvarez fue trasladada al hospital Oñativia de Rafael Calzada. Pero durante el traslado sufrió una descompensación y murió antes de llegar al centro de salud.
“Nos habían dicho que había tenido un infarto. Yo pensaba que quizá se había asustado y por eso le pasó lo que le pasó. En el momento no lo podíamos creer, estábamos planeando las vacaciones y pasó esto. Estamos destrozados: pero lo que quiero es que se sepa es que a mi esposa la mataron y quiero que paguen por lo que hicieron. No fue como nos dijeron, se murió porque la tiraron de la moto y se lastimó, estoy lleno de bronca”, contó Sergio Parinelli, el marido de Fernanda y padre de uno de sus dos hijos.
Y agregó: “Estaba enterrando a mi mujer y me confirman que tenía una fractura de cráneo y dos costillas rotas que le lesionaron el hígado y una arteria. Por eso se produjo la hemorragia y murió. No fue el miedo ni la diabetes, como pensábamos, fueron ellos”.
Por el hecho, hay dos detenidos de 16 años que fueron capturados por efectivos de la Comisaría 10º de Almirante Brown. Los encontraron en dos domicilios del barrio 2 de Abril y estaban armados; de hecho, se tirotearon con la policía para evitar la detención.
En sus domicilios, hallaron tres motos desarmadas con numeraciones borradas y chapas patentes para esconderlas. Por el momento, ambos sospechoso fueron derivados a un instituto de menores mientras sigue la investigación.
“Si son ellos yo quiero que paguen, si se confirma que fueron estas dos personas no quiero que los liberen tengan la edad que tengan. Somos trabajadores, yo vengo de una familia humilde y trabajo desde los 16 años, tuve que terminar el colegio a la noche, y jamás se me pasó por la cabeza salir a robar o a matar a una persona. Estamos todos muy mal”, pidió Sergio.
