La Navidad trajo un sinsabor a los comerciantes. Las ventas minoristas cayeron un 10,1% comparado a la misma fecha del año pasado, según la tasa de variación promedio en las cantidades informadas por los empresarios, de acuerdo a un relevamiento que realizó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
El 63% de los negocios registró un descenso de las transacciones, al mismo tiempo que el 51% tuvo faltantes de stock. “Si hubieran tenido más mercadería, podrían haber vendido más”, precisó el informe, que también destacó que el 53% vendió menos de lo esperado.
Además de los faltantes de mercadería, en muchos locales se complicó el abastecimiento por problemas en la cadena de pago: si antes se podía pagar con cheques a 90 o 120 días, ahora los desembolsos debieron realizarse con transferencia bancaria inmediata.
Artículos como indumentaria, calzados, bijouterie, joyería, ropa deportiva, textil blanco y juguetes se vieron muy perjudicados por el comercio ilegal en la mayoría de las ciudades medianas y grandes del país, sobre todo en Capital Federal y el Conurbano, donde se desataron batallas campales entre manteros y comerciantes. “Nunca se vieron tantos manteros, vendedores por redes y ‘saladas’ y ‘saladitas’ en la Argentina con tanta gente como en esta festividad”, aseguró la CAME.
Además de la explosión del comercio informal, la menor cantidad de reuniones en este contexto y la falta de ingresos en los hogares repercutió en la caída de las ventas en esta celebración, según la entidad. De acuerdo a los últimos datos del Indec, el ingreso per cápita familiar se encuentra un 13% por debajo que en 2019, a precios constantes.
“Tampoco hubo tantas promociones como otros años y eso desalentó la demanda. Para completar el panorama, las restricciones en cuanto a la capacidad máxima de gente por local, generó largas colas en algunos locales, que, con el calor, hacía desistir de la compra”, explicó la CAME.
El tícket promedio, según los negocios encuestados, se ubicó este año en $ 1800, un 39,9% arriba de 2019 ($ 1283), que a precios constantes implica un incremento del 2,8%.
Por rubros, la mejor performance la tuvo alimentos y bebidas, donde si bien la tasa de variación promedio anual que informaron los comercios fue de un 5,3% menos, no bajó tanto como el resto de las categorías.
“Hubo menos comida este año en la mesa navideña y los negocios del rubro lo notaron. Donde más se sintió fue en la venta de dulces. Además, se vendieron más productos de menor costo y quienes buscaron alimentos importados prácticamente no consiguieron”, detalló la CAME.
En Juguetes y rodados, un clásico de esta festividad, la tasa de variación promedio informada por las tiendas fue del 9,8% anual. “Al haber reuniones más reducidas, los regalos fueron menores, además de que influyó en este campo el crecimiento del comercio ilegal y los faltantes de mercadería, especialmente de juguetes importados, que son muy buscados para niños de entre 7 y 11 años”, analizó la entidad.
En electrodomésticos y artículos electrónicos, donde las operaciones retrocedieron un 12,8% anual, siempre según la tasa de variación, se notó la caída del poder adquisitivo familiar, la falta de límites en las tarjetas de crédito, la resistencia a tomar cuotas con interés y el mayor control de gastos.
Un sector con cada vez menos presencia en las ventas navideñas, es joyería y relojería. “Por un lado, porque muchos de esos artículos se venden como accesorios en casas de otros productos, y, por el otro, por la abundancia de manteros en la calle que coparon la venta de ese ramo. Así, al revés del resto de los comercios, no tuvieron problemas de abastecimiento, tenían mercadería, pero no la pudieron vender, finalizando la fecha con una baja promedio del 23% anual”, informó la CAME.
Este año, la Confederación comenzó el relevamiento antes de lo habitual porque las ventas se iniciaron ya el 18 de diciembre. Fue por los recaudos que tomaron muchas familias, de no concurrir a centros comerciales y pasear por la calle en los momentos de mayor circulación de gente. Justamente, ayer se vio hasta última hora gran cantidad de público buscando regalos.
En 2019, en cambio, las ventas comenzaron demoradas. Pero al igual que este año, también se estiraron hasta la tarde del 24, cuando los negocios cerraron.
Para el estudio, se tomó en consideración un universo de 1500 comercios, entre el 18 y el 24 de diciembre, de la Ciudad de Buenos Aires, el Gran Buenos Aires y el interior del país, en los principales 13 rubros que concentran la venta minorista para esta fecha.
El sondeo se efectuó en locales chicos y medianos, ubicados en calles y avenidas comerciales, como así también se tuvo en cuenta a los que venden en forma electrónica, ya sea exclusivamente por e-commerce o con locales al público más venta online.