Gabriel Ruiz Díaz, bajista y cofundador de “Catupecu Machu”, murió este sábado a los 45 años, en el día del Músico Argentino.
Oriundo del barrio porteño de Villa Luro, fundó el conjunto en 1994, junto a su hermano Fernando, vocalista y líder de la banda.
En pleno éxito, el 31 de marzo de 2006 Gabriel chocó con su auto Volkswagen Fox en Palermo, en la intersección de las avenidas del Libertador y Sarmiento, cuando regresaba de la discoteca The Roxy, junto al cantante de “Cabezones”, César Andino.
Andino viajaba en el asiento del acompañante y logró recuperarse rápidamente. Pero, como consecuencia del accidente, Gabriel pasó más de seis meses en terapia intensiva y nunca llegó a recuperarse del todo: perdió su movilidad y quedó con severas secuelas neurológicas. Según explicaron en su momento, llegó al hospital casi sin vida y el equipo médico lo revivió.
En 2014, la banda emitió un comunicado donde aseguraba que su estado de salud era “estable” y que hacía “distintas actividades terapéuticas, tanto físicas como neurológicas”. “Responde con “pequeños, pero valiosos gestos a los estímulos que se le presentan”, aclaró en ese entonces.
La noticia del fallecimiento fue confirmada por su hermano Fernando, a través de un mensaje que publicó en su cuenta de Instagram.
“Amores, hoy se fue Gabi. Se fue tranquilo, en paz”, informó el músico. Y continúo: “Gabi el amigo, el hermano, el bajista, el artista, el científico, el músico, el hijo. Un animal de música. Un ser amoroso, generoso, bueno. Brillante. Y sobre todo, un guerrero, un guerrero que siempre dio todo y un poco más”.
“Gracias, hermano mío por todo. Te fuiste hoy en el día del Músico Argentino. Un día, en una entrevista, le preguntaron cuál era el disco que más le gustaba de la historia de nuestro amado rock argentino, y Gabi dijo: ‘Artaud, de Luis Alberto Spinetta’”, relató Fernando.
“Seguramente te debe estar esperando para que con tus cuatro cuerdas mágicas hagas lo que más amaste en tu maravillosa e increíble vida. El bajo y la música. Vuela alto, como siempre lo hiciste hermano mío. Hermano de Todos. Gracias por lo que diste y nos diste. Que estés bien donde quiera que estés, que de seguro será ese lugar donde el tiempo no corre, donde nada se llama, donde simplemente sos”, lo despidió.
Con los hermanos Ruiz Díaz al frente y distintos acompañantes, la agrupación publicó temas famosos como “Dale!” (1997), “Cuentos decapitados” (2000), “Cuadros dentro de cuadros” (2002) y “El número imperfecto” (2004). Su propuesta de tintes sonoros experimentales irrumpió con fuerza y reconocimiento en la escena rockera local.