El papa Francisco presidió este Viernes Santo la celebración de la Pasión del Señor en la Basílica de San Pedro con la participaron de unos 200 fieles, algunos cardenales, obispos y funcionarios del Vaticano, todos con el debido distanciados y con mascarilla para evitar la propagación del coronavirus, informaron fuentes vaticanas.
En la basílica, desprovista de ornamentos e iluminada tenuemente en consonancia con la sobriedad de la ceremonia, el Santo Padre se postró en el suelo delante del altar para orar durante unos minutos.
Tras algunos minutos de oración silenciosa, el pontífice se puso de nuevo de pie para la liturgia de la Palabra y el Evangelio de San Juan que relata la Pasión de Cristo.
En la oración universal de los fieles en la que este Viernes Santo se reza por la Iglesia, el Papa, los obispos, sacerdotes, los catecúmenos, los cristianos, los judíos, los que no creen en Dios y los gobernantes, Francisco elevó una especial petición por los enfermos de coronavirus.
Más tarde el Papa liderará el Via Crucis.
Por un año más, la pandemia obligó al Santo Padre a desarrollar la ceremonia en la plaza de San Pedro y no en el Coliseo romano para evitar las aglomeraciones, informó la agencia de noticias DPA.
Por la mañana, Francisco estuvo en el Aula Pablo VI para saludar a personas de bajos recursos que están siendo vacunadas por el Vaticano.
De momento fueron vacunadas 800, de las 1200 previstas durante esta Semana Santa.
La primera dosis de la vacuna contra la Covid-19 fue administrada en la tarde del miércoles en el Aula Pablo VI del Vaticano a más de un centenar de personas necesitadas de la residencia de las Misioneras de la Caridad de San Gregorio al Cielo y residentes en otras estructuras en Roma.
La iniciativa fue confirmada por un comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede y fue fuertemente deseada por el papa Francisco quien reiteró la importancia de que nadie quede excluido de la campaña de vacunación contra el coronavirus, especialmente los sectores más débiles de la población, los marginados, los excluidos y los que viven en las “periferias del mundo”.