El Gobierno oficializará en las próximas horas nuevas restricciones para el transporte aéreo internacional, con el objetivo de reducir la llegada de turistas extranjeros por el temor al ingreso masivo al país de personas infectadas con cepas de coronavirus más contagiosas respecto de las que circulan en el país.
Fuentes gubernamentales explicaron a este medio que se busca “desalentar” el turismo emisivo y receptivo de residentes de países en los que circulan nuevas cepas de coronavirus, más contagiosas que las detectadas hasta el momento en territorio argentino, para que la situación sanitaria no se complique más.
La lista definitiva de países con los que habrá menos conexiones aéreas al menos por quince días se conocerá este viernes. Pero las fuentes consultadas anticiparon que se trata de Brasil, Perú, Ecuador, México, Chile, Colombia, Estados Unidos, Reino Unidos y otros países europeos.
Este jueves se reunieron en la Casa Rosada el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; y los ministros del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro; de Salud, Carla Vizzotti; y de Deportes y Turismo, Matías Lammens. Allí redactaron las líneas de un decreto que será firmado en las próximas horas por el presidente Alberto Fernández.
En la reunión, según las fuentes consultadas por este medio, Vizzotti recomendó profundizar los controles sobre las personas que arriban a la Argentina, ya sea porque regresan de un viaje de descanso o laboral, e incluso de aquellos turistas que vienen de países sin circulación comunitaria de cepas más contagiosas.
Por ello, seguirá la obligación de contar con un test de PCR para poder viajar y continuará el seguimiento del aislamiento domiciliario durante 14 días desde el ingreso al país que se estableció el año pasado cuando el Gobierno decidió comenzar a autorizar vuelos desde y hacia el exterior.
El embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, pasó a la Casa Rosada vía la Cancillería un informe sobre la situación de la pandemia en el gigante sudamericano, tras una reunión que mantuvo el miércoles con el ministro de Salud brasileño, Eduardo Pazuello.
Antes de ir a ese encuentro, Scioli había asegurado: “Hay una situación grave, delicada, que está azotando a 17 estados de Brasil. Un indicador dramático es el nivel de ocupación de las camas, en muchos casos desbordado con pacientes esperando tener una cama disponible para poder ser atendido. En los últimos 14 días aumentó un 46% el número de víctimas fatales”, dijo Scioli.
El miércoles el país más grande de América Latina superó por primera vez los 2.000 muertos diarios por coronavirus, con 2.286 fallecidos registrados en 24 horas, una cifra que causa alarma en la región y el mundo. Con la nueva cifra de decesos, el país superó las 270.000 muertes desde el inicio de la crisis sanitaria, mientras que los contagios ya pasan los 11,2 millones, con 79.876 nuevos infectados reportados este miércoles.
La mayoría de los países del continente americano volvió a imponer restricciones más o menos abarcadoras al tránsito internacional de pasajeros en los últimos meses, a partir de la segunda ola de coronavirus y especialmente de la aparición de nuevas cepas de la enfermedad en algunas regiones.
Brasil es un caso preocupante. Está prácticamente aislado de la comunidad internacional en por estos días dado que más de 200 países dispusieron restricciones totales o parciales a los vuelos procedentes de allí. Es este el tercer país con más casos confirmados de coronavirus acumulados desde el comienzo de la pandemia y el segundo país con mayor número de muertos después de Estados Unidos.
En al menos seis estados brasileños prevalece la variante conocida como “P1”, según un estudio publicado a principios de marzo por la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), una institución de investigación del Ministerio de Salud de Brasil. Se trata de la misma cepa detectada en Estados Unidos, Reino Unido y Venezuela.
Por la Corresponsalía de Buenos Aires
