Alberto Fernández y Horacio Rodríguez Larreta iban a verse las caras este sábado, en medio de una exponencial suba de los contagios de coronavirus, a cuatro meses de las elecciones y con una relación entre ambos quebrada, tras la sintonía de hace un año, como consecuencia de la quita de coparticipación a la Ciudad de Buenos Aires.
El presidente de la Nación pensaba recibir al jefe de Gobierno porteño en la quinta de Olivos, con el aparente objetivo de negociar restricciones a actividades que faciliten la propagación del Covid-19, según se informó extraoficialmente.
Sin embargo, el presidente de argentina, Alberto Fernández, confirmó a través de Twitter que dio positivo de coronavirus mediante el test de antígenos luego de registrar fiebre de 37,3 y sentir un leve dolor de cabeza. Por lo tanto quedó la reunión que iba a empezar a las 10 en la Quinta de Olivos quedó postergada y se hizo una por videoconferencia durante la tarde.
Según informó Clarín, la charla duró 15 minutos y ambos funcionarios “coincidieron en sostener las escuelas abiertas con educación presencial como máxima prioridad”.
Además, analizaron los datos epidemiológicos de la Ciudad y manifestaron su preocupación por la suba de casos en los últimos días en todo el país.
Antes del cónclave, la administración porteña ya había avisado que no consideraba necesaria ninguna medida que altere la vida social y económica en la ciudad de Buenos Aires.
Lo había hecho a través del jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, quien en la víspera del encuentro afirmó: “Nosotros en la Ciudad no estamos tomando ninguna medida de restricción. Existen algunas medidas que restringen algunas actividades todavía y algunas otras medidas que a través de protocolos provocan algunas limitaciones. Pero por encima de eso no vemos que sea necesario tomar alguna medida adicional”.
En declaraciones al programa del periodista Eduardo Feinmann de Radio Rivadavia, Miguel sostuvo que “la prioridad número 1” del gobierno de Rodríguez Larreta “es la educación presencial” y que todo el esfuerzo de su gestión estará puesto “en sostener las clases”.
“La segunda prioridad es el trabajo, sostener el empleo. El 2020 fue durísimo y recién estamos empezando a levantar cabeza”, enfatizó el funcionario porteño, dando a entender que la Ciudad se negará a cualquier propuesta que suponga la interrupción o el entorpecimiento de las actividades comerciales, que son el corazón de la economía porteña.
Antes de esta tarde, Fernández y Rodríguez Larreta se habían reunido en reiteradas oportunidades para analizar los números del COVID-19 y pensar medidas conjuntas. El Presidente trató públicamente al mandatario porteño de “Horacio”, quien, a su vez, siempre se mostró respetuoso de las decisiones de la Casa Rosada para contener la expansión del Covid-19.
Pese a su anticipo, Felipe Miguel admitió que en la ciudad de Buenos Aires se produjo “un rebrote importante hace 20 días”, porque se venía de “un promedio de 600 casos” diarios, que ahora está “en 1.200”.
Según trascendió, en la administración que encabeza Rodríguez Larreta evalúan ir de menor a mayor en lo que se refiere a restricciones y habría mayor consenso en torno a una eventual limitación de la nocturnidad, antes que otras medidas más restrictivas.
Esta vez, del encuentro participaron únicamente Fernández y Rodríguez Larreta, y no, como en anteriores ocasiones, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Áxel Kicillof, cuya gestión ya hizo saber que, a diferencia de la administración porteña, sí evalúa la nuevas restricciones, como el cierre por entre seis y ocho semanas de algunas actividades recreativas como bares y cines, ante el aumento de casos de Covid-19 en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que es la suma de la Capital Federal y unos 40 municipios que la bordean, en parte de lo que se conoce como Conurbano Bonaerense.
Por la Corresponsalía Buenos Aires.