El Barcelona sufrió este domingo ante el Betis, pero se impuso con un 3-2 con un gol de Lionel Messi, quien arrancó en el banco e ingresó para revertir el marcador, que, hasta ese momento, estaba 1 a 0 para los locales.
El cuadro culé no tuvo una buena actuación en la primera parte del partido, en donde apenas tuvo una ocasión clara en un córner corto, que permitió el desmarque de Clement Lenglet, quien apareció libre por el centro, pero cuyo cabezazo se fue alto.
El Betis, cuya prolijidad fue su mayor mérito, logró inquietar a los catalanes con poco y a los 38 minutos se encontró con la ventaja en el marcador tras una contra perfecta.
El cuadro andaluz inició una corrida con varios hombres desde su propia área que codujo Nabil Fekir por el medio a toda velocidad, luego abrió a su derecha para Emerson, quien superó en velocidad a Jordi Alba, se hizo el hueco y lanzó un buscapié preciso que Borja Iglesias cambió por gol.
El partido se dio vuelta en el segundo tiempo, a los 57 minutos cuando Messi puso un pie en el terreno de juego. A los 120 segundos después de haber entrado, “La Pulga” recibió un pase de Dembélé en la zona derecha del área rival, se perfiló para su pierna hábil, clavó en el primer palo y puso el marcador 1-1.
A partir de allí arrancó la revolución futbolística del Barcelona, que mostró entonces una versión similar a la que había mostrado en la prórroga ante el Granada, con movilidad, velocidad y verticalidad. Así, antes de los 15 minutos del segundo tiempo, festejó el 2 a 1.
Messi se unió a su mejor socio, Jordi Alba, a quien asistió por la izquierda y el lateral español soltó un pase al medio para que Griezmann empuje la pelota a gol. De manera insólita, el francés le erró al esférico, per éste dio en su marca, Ruiz, y se metió en el arco defendido por Joel Robles.
Cuando parecía que el duelo se encaminaba a un triunfo sencillo del elenco azulgrana, Fekir protagonizó una maniobra individual por izquierda que el Barcelona cortó con una infracción. El francés se hizo cargo de la ejecución y colgó un centro perfecto para Ruiz, que se vengó del gol en contra, y de cabeza puso el 2 a 2.
Ninguno de los dos se conformó con el punto y fueron a buscar el tanto del triunfo. Fue el conjunto de Ronald Koeman el que pudo gritarlo cuando Trincao robó una pelota en ataque, no dudó siquiera un segundo, y de zurda desenfundó un disparo potente que se clavó en el ángulo más lejano y alegró a todo el equipo azulgrana.
El Barça terminó festejando con un 3-2, para quedar a siete puntos del Atlético de Madrid. Para acercarse a la cima, el conjunto catalán deberá esperar ahora un traspié del Atlético, que este lunes enfrenta al Celta de Vigo.