En las últimas horas, Lucio “Chiquito” Caicedo conmovió al mundo al demostrar que nunca es tarde para cumplir sueños o concretar proyectos. En medio de la pandemia del coronavirus, el colombiano de 104 años entregó su tesis doctoral tres décadas después de haberla empezado, luego de mucho esfuerzo.
Pero eso no es todo, ya que, al defender su trabajo, resolvió un enigma de dos siglos: nadie esperaba que, al entregar su tesis, descifrara una fórmula matemática que permite calcular el caudal óptimo de un río para producir energía eléctrica.
Caicedo nació en Cali, Medellín (Colombia), en medio de la Primera Guerra Mundial. Después de mudarse a Inglaterra en 1943, sufrió las consecuencias de la Segunda. A pesar de eso, logró graduarse de ingeniero civil en la Universidad de Manchester en 1947 y comenzó estudios en la rama de la hidráulica.
Sin embargo, la investigación de su tesis recién la pudo terminar cuando cumplió los 73 años.
Ahora, en un contexto difícil para las personas mayores debido a pertenecer a uno de los principales grupos de riesgo del Covid-19, “Chiquito” no pudo salir demasiado de su casa en Medellín por la cuarentena.
Caicedo vio la oportunidad de culminar su tesis doctoral y darle un cierre a esta asignatura pendiente, con un broche de oro: resolvió un enigma que tiene más de 200 años de investigación, pero que nadie había encontrado la respuesta hasta ahora.
Si bien aún falta la respuesta de las autoridades universitarias, el hombre de 104 años manifestó: “No se sabe cuándo habrá noticias de la tesis. La vez pasada se demoró 25 meses la discusión del tema y tuve que escribir como 170 correos electrónicos aclarando distintos puntos de vista”.
“El tiempo viene y va, y el tiempo perdido jamás volverá”, expresó, y develó sus secretos para mantener un buen estado físico y mental a los 104 años: bañarse con agua fría, comer mucha fruta y leer y estudiar constantemente.
Caicedo no se conforma solo con su entrega de la tesis, ya que contó que puso un nuevo objetivo: repasar la gramática alemana, idioma que aprendió hace 90 años. ¡Inspirador!