Boca Juniors venció esta noche por 2 a 0 a Santos, el conflictuado equipo brasileño del que acaba de alejarse su entrenador, el argentino Ariel Holan, y aunque es incomparable esta circunstancia con una potencial revancha de la semifinal ganada por los paulistas en la pasada edición de la Copa Libertadores, esta victoria que les permite a los “xeneizes” ser cómodos líderes del Grupo C tiene también un sabor muy especial.
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Los condicionantes marcaron el desarrollo de este segundo partido entre los dos semifinalistas de la pasada Copa Libertadores que hoy tuvieron una nueva edición de un enfrentamiento secular que data de los orígenes mismos de este certamen, allá por los albores de la década del 60.
Ya no está el Pelé de aquellos tiempos en Santos ni Silvio Marzolini en Boca, sino que Lucas Braga y el juvenil Agustín Sandez, debutando como titular y jugando apenas su segundo partido en la primera división con 19 años, son sus respectivos “reemplazantes”.
Ya Santos dejó hace mucho de ser un embajador genuino del fútbol brasileño y este Boca de Miguel Russo continúa navegando en el terreno siempre pantanoso de la falta de identificación con una línea de juego.
Los brasileños además atraviesan una crisis económica mal disimulada, que primero terminó con el exitoso paso del entrenador argentino Jorge Sampaoli y ahora acaba de ocurrir lo propio con su compatriota Ariel Holan, al que ni siquiera le permitieron despedirse de sus dirigidos esta noche en la Bombonera.
El exentrenador de Independiente recibió un ataque a su domicilio luego de perder el clásico estadual paulista ante Corinthians el fin de semana, que fue la gota que rebalsó el vaso de promesas incumplidas de la directiva santista, que no solamente le incumplió económicamente a Holan, sino que además le fue desarmando el equipo en plena competencia, como por ejemplo la reciente venta del venezolano Yeferson Soteldo.
El pequeño gran volante ofensivo era el verdadero conductor del equipo y la semana pasada fue transferido al Toronto FC de la Major League Soccer estadounidense, provocando que Holan pusiera el grito en el cielo, ya que ante la doble y exigente competencia necesitaba de un plantel lo más nutrido posible para ir haciendo rotaciones.
Y fue por eso que después de debutar con una derrota como local ante Barcelona, de Ecuador, por 2 a 0, decidió presentar un equipo alternativo ante Corinthians que le terminó resultando tan caro que marcó definitivamente su decisión de alejarse del club. Igual, ya suenan los Rayados de Monterrey, de México, en su futuro inmediato.
Holan fue reemplazado esta noche por Marcelo Fernandez, quien mantuvo la misma formación que había ideado para este juego el técnico argentino, y de hecho pareció darle buen resultado durante la mitad del primer tiempo, cuando pudo manejar la pelota y con ello mantener alejado a Boca del arco defendido por Joao Paulo.
Es que la propuesta de Russo para este cotejo fue netamente contraatacadora, disponiendo entonces de Cristian Pavón por primera vez titular desde que retornó desde Los Ángeles Galaxy (había jugado unos minutos en la victoria por 1 a 0 sobre The Strongest, en Bolivia, en el primer partido del grupo).
El cordobés se paró como wing derecho y Sebastián Villa fue por la izquierda, con Carlos Tevez como “falso nueve” y Agustín Almendra manejando los hilos que alimentaban a los tres, bien rodeado por los otros dos pibes de las inferiores, Alan Varela y Nicolás Medina.
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Y la mejor opción de gol de que dispuso Boca en ese primer tiempo justamente estuvo en el pie derecho de Pavón, que salió disparado de contraataque, pero al llegar al fondo no encontró receptores y ensayó una maniobra personal cuyo desenlace fue una buena atajada de Joao Paulo.
Pero la madeja se empezó a desenredar para Boca apenas comenzado el segundo tiempo, ya que al minuto no más un córner lanzado desde la izquierda por Pavón encontró la cabeza de Lisandro López para desviar la trayectoria de la pelota al segundo palo, por donde ingresó Tevez libre de marcas para señalar la apertura.
A partir de allí si ya Boca tomó el dominio futbolístico y emocional del partido y no lo abandonó durante el resto de la primera etapa.
Por eso cuando promediaba la misma hubo un compendio de virtudes muy prometedoras para que Boca llegara a la segunda y definitiva conquista de este segundo partido copero.
Hubo un gran quite de Alan Varela a Marinho en los umbrales del área boquense, la pelota derivó en Tevez y éste realizó una precisa habilitación para Villa, que definió con un remate bajo, haciendo la diagonal del medio hacia la izquierda.
Todavía quedaba por delante la segunda mitad del período final pero la historia ya estaba consumada, y en ese lapso el conjunto auriazul no sufrió sobresaltos y hasta pudo reservar energías, algo que preocupa en exceso a Russo por lo apretado del calendario.
Es que Boca volverá a jugar por la Copa de la Liga Profesional el próximo domingo en el inusual horario de las 10 ante Lanús e inmediatamente deberá viajar a Ecuador para el tercer cotejo de este grupo de Libertadores ante Barcelona, que lo recibirá en Guayaquil donde mañana hará lo propio con The Strongest.
Y si gana Boca también ese partido justo el día 4 de mayo en que cumplirán años los mellizos Guillermo y Gustavo Barros Schelotto, entonces Russo podrá respirar mucho más tranquilo, porque la clasificación en el Grupo C le quedará bien al alcance de la mano.
Por lo pronto ahora Boca es líder con 6 unidades, escoltado por Barcelona con 3, cerrando The Strongest y Santos sin unidades. Y además Boca, como bien le gusta a su técnico, está con la valla invicta.
Con información de Télam