Fede Bal está atravesando una nueva etapa de su vida. El joven logró superar un cáncer de colon que le detectaron a principios de este año y comenzó a ver la vida de otra manera: se propuso disfrutar de su pareja, Sofía Aldrey, del amor de su madre, de sus amigos y cuidar las energías que lo rodean. Para esto, el actor se refugió desde el primer momento de su enfermedad en la tranquilidad de su casa, ubicada en Ingeniero Maschwitz, donde posee un amplio jardín, pileta, huerta y varias habitaciones de lujo: un bar propio, una sala de ensayo y otra de videojuegos.
El hogar de la estrella de Masterchef Celebrity (Telefé) cuenta con cómodos espacios tanto al aire libre como en el interior, en base a las imágenes publicadas en Instagram, donde tiene más de dos millones de seguidores.
“Que lindo es volver a casa listo para cambiar la burbuja del trabajo por la del relax”, escribió recientemente en una foto donde se lo ve junto a su perro y una copa de champagne, recostado en una hamaca en su jardín.
Bal dejó claro en los últimos meses a través de sus redes sociales que estar al aire libre es una de las cosas que disfruta profundamente y que le ayudaron a sobrellevar el encierro por la cuarentena. “Acá en casita. Me bañe, y me cambie para romper el sábado, pero como no se puede me prendo un fuego y me abro un vinito así lookeado”, explicaba meses atrás a sus seguidores.
Sin embargo, más allá de su amplio jardín -que además de pileta y espacio para el relax tiene una huerta-, el actor cuenta con habitaciones en el interior donde puede darse varios lujos. Uno de estos lugares es la barra de tragos que se mandó a armar durante el invierno: “Me arme un bar en casa, y me mande a hacer una ak 47 de neon”, indicó respecto a la imagen donde se lo ve con una pistola de juguete.
El joven de 31 años es apasionado por el teatro, aunque también le gusta la música y la lectura. Por eso, en su casa no falta una sala de ensayos con distintos instrumentos y también una biblioteca. En este último espacio exhibe también su fase como coleccionista.
Los videojuegos también son un detalle importante en la vida del hijo de Carmen Barbieri: tiene un espacio dedicado especialmente para jugar en sus consolas preferidas, entre ellas la Play Station y Nintendo.
Bal se mantuvo aislado en su casa durante los primeros meses de la pandemia por ser factor de riesgo, ya que se estaba realizando quimioterapia. A mediados de julio, contó una feliz noticia: “Quería contarles con mucha emoción las buenas nuevas. Mis últimos estudios muestran que ya no está el tumor que tenía en el intestino. Quiere decir que el tratamiento funcionó, y q soy parte de ese preciado 30% de probabilidades de curarme sin operarme. Resumiendo: me curé”.
Desde entonces, el actor cambió su forma de ver la vida. “Hoy me muestro tranquilo, pero tuve mucho miedo, pase noches sin dormir, sintiendo que si esto salía mal no quería quedarme con nada. Entonces empecé a tener una sinceridad vomitiva, le decía a toda la gente lo que sentía en el momento. Le dije a mis amigos que los amaba. Por momentos me siento otro tipo, ni me reconozco”.