Finalmente este jueves el Gobierno nacional oficializó, mediante dos decretos, los cambios que venían sonando en la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), un organismo descentralizado que será clave en las discusiones que se vienen en 2021 sobre el sistema general de salud.
De esta manera, el presidente Alberto Fernández le aceptó la renuncia a Gustavo Morón a través del Decreto 28/2021. Este funcionario había sido designado el 10 de diciembre de 2015 por el entonces recién asumido presidente Mauricio Macri.
Morón era uno de los pocos funcionarios nacionales que había permanecido en el cargo al frente de un organismo después del cambio de Gobierno el 10 de diciembre de 2019, cuando asumió la presidencia Fernández tras ganarle dos meses antes las elecciones a Macri.
Según confiaron calificadas fuentes oficiales a Vía País, el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, fue el encargado de pedirle la renuncia a Morón por indicación del Presidente, quien optó por designar en ese puesto un hombre de su estrecha confianza.
A través del decreto 29, también publicado en el Boletín Oficial este jueves, el jefe de Estado designó en la Superintendencia de Riesgos del Trabajo al abogado Enrique Alberto Cossio, a quien él conoce desde hace treinta años.
Fernández había sido ya el jefe de Cossio cuando presidió la Superintendencia de Seguros de la Nación Argentina entre el 1 de agosto de 1989 y el 8 de diciembre de 1995, en la presidencia de Carlos Saúl Menem. Cuando Fernández renunció, quien lo sucedió fue Moroni.
Fernández generó el cambio de forma imprevista después de que trascendiera la presunta intención de la vicepresidenta Cristina Kirchner de avanzar sobre las empresas aseguradoras de riesgos el trabajo.
En el Poder Ejecutivo vienen hablando con el sector privado de la Salud, pero aseguran que la iniciativa de Fernández sólo consiste en regular a las empresas de Medicina Prepaga, sin estatizar servicios o prestadoras.
Por la corresponsalía de Buenos Aires.