A 3 semanas del torneo, los tres casos positivos se detectaron en vuelos charters que partieron desde Los Ángeles y Abu Dhabi hacia Melbourne. Todos los jugadores deberán estar 14 días en hoteles y no podrán entrenarse. Hay dos argentinos involucrados.
Al menos 47 tenistas que llegaron a Melbourne para participar del Abierto de Australia deberán realizar una cuarentena de 14 días en un hotel. Si bien los casos descubiertos no corresponden a tenistas, todos los pasajeros de esos vuelos fueron considerados “contactos estrechos” por las autoridades australianas. Por la cuarentena, no podrán salir de sus habitaciones a entrenarse.
Según se supo en uno de los vuelos charter, el QR7493, que había despegado desde Los Ángeles, viajaron dos argentinos: Guido Pella y Juan Ignacio Londero.
El primer Grand Slam del año arrancará el 8 de febrero y aún no se sabe cómo la cuarentena y el encierro afectará el rendimiento de los jugadores afectados.
Según declararon los responsables del Torneo: “Todos los pasajeros ya se encuentran en cuarentena en cuartos de hotel y los que dieron positivo fueron trasladados a un centro de salud”. Y remarcaron: “Los tenistas que estaban en el vuelo no podrán salir de sus cuartos por los próximos 14 días ni hasta que sean habilitados por los médicos. No podrán entrenarse”.
Por eso, a tres semanas del inicio del torneo, solo tendrán disponibles bicicletas fijas instaladas en las habitaciones mientras que el resto dependerá de su ingenio.
Por ejemplo, Londero compartió en Instagram un video en el que se lo ve parado sobre una silla, haciendo trabajos de dorsales con cintas elásticas fijadas a la puerta del cuarto. “Cuarentena”, fue la palabra con la que calificó las imágenes difundidas en su historia.
Entre los integrantes del vuelo se encontraban la bielorrusa y exnúmero uno del mundo Victoria Azarenka, la estadounidense Sloane Stephens y el japonés Kei Nishikori.
En el mismo vuelo se encontraba el estadounidense Tennys Sandgren, quien aclaró este viernes que sus resultados fueron positivos ya contrajo el virus en noviembre.
“A pesar de que no es un caso de riesgo de transmisión, las personas que se han recuperado pueden presentar ciertos fragmentos virales por un tiempo y es por ello que puede desencadenar en otro resultado positivo”, explicó un portavoz del programa de cuarentena llevado a cabo en el estado de Victoria.
El Abierto de Australia ya había sufrido las consecuencias de la pandemia del coronavirus. Estaba pautado que se desarrollara entre el 15 y el 31 de enero. Sin embargo, en noviembre pasado el comienzo se postergó para el 8 de febrero. Y su finalización está prevista para el 21 del mismo mes.
Ya el año pasado el Grand Slam había pasado algunos sobresaltos debido a los incendios forestales que afectaron a toda Australia. El humo y el aire contaminados alteraron algunas jornadas de entrenamiento, pero finalmente no afectaron el desarrollo habitual del cuadro principal del certamen.
Con información de EFE.
