La presbicia es la pérdida progresiva de la capacidad ocular para enfocar objetos cercanos. Se debe, principalmente, al engrosamiento y a la disminución de flexibilidad de la lente natural del ojo: el cristalino.
Se trata de una afección muy común, parte del proceso natural del envejecimiento. En la mayoría de los casos, aparece alrededor de los 40 años, incluso en personas que no poseen otras dificultades visuales.
Aunque la presbicia no tiene cura, existen soluciones que van desde el uso de anteojos y lentes de contacto especiales hasta diversas opciones quirúrgicas.
Recientemente, llegaron al mercado argentino unas lentes que corrigen la presbicia sin tener que usar anteojos, que ya se están implementando en otros países, como Japón y España.
Las IPCL Presbyopic, que desde hace unos años se utilizan para corregir problemas de miopía y astigmatismo, ofrecen, a partir de ahora, una nueva alternativa que permite también tratar la presbicia en el mismo procedimiento, obteniendo así la independencia total del uso de anteojos.
"Previo a este lanzamiento, la cirugía refractiva con lentes intraoculares fáquicas era indicada para pacientes con niveles altos de miopía, ya que en esos casos no se sugiere la operación clásica con láser. A partir de ahora, además de resolver la miopía y el astigmatismo, las lentes intraoculares de IPCL pueden corregir la presbicia, sin tener que volver a usar anteojos", indicaron.
Estas nuevas lentes intraoculares multifocales se adaptan a la medida del ojo de cada paciente y se colocan mediante una breve intervención entre el iris y el cristalino. Es una técnica reversible, en el sentido de que no se altera ningún tejido del ojo: se preservan intactos la córnea y el cristalino, y se pueden quitar sin inconvenientes. Se recomienda aplicarlas a partir de los 40 años y hasta los 55, dado que a esa edad suelen arrancar los problemas asociados a cataratas.
"Son cirugías que demandan tiempo, ya que no se deben quitar tejidos oculares y permiten resguardar la estructura original del ojo", señaló Germán Bianchi, jefe de Equipo de transplante de córnea de Clínica de Ojos Dr. Nano.