Las autoridades de un zoológico de Rafah, en Franja de Gaza, Palestina, le amputaron las garras a una leona para que los visitantes puedan jugar con ella y no corran peligro.
La leona llamada Falestine y tiene 14 meses. Ante la falta de hospitales veterinarios en la zona, le hicieron la operación en el propio zoológico. La colocaron en una mesa con una bolsa de red en la cabeza y allí procedieron con la mutilación.
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El propietario del lugar, Mohammed Jumaa, le dijo al Daily Mail: "Lo que hicimos fue reducir la agresión de la leona para que pueda ser amigable con los visitantes".
El veterinario que operó a Falestine, Fayez al-Haddad, agregó: "Las garras se cortaron para que no crecieran rápido y los visitantes y los niños pudieran jugar con ella".
La organización que defiende el tratamiento ético de los animales Four Paws, con sede en Boston, Massachusetts, denunció la situación y aseguró en sus redes sociales: "Lamentablemente, el sufrimiento en el zoológico de Rafah no se limita a la desnutrición y las condiciones graves. A una joven leona le mutilaron las garras con una tijera de jardín, lo que equivale a cortarle el dedo a los humanos hasta el nudillo".