Las pruebas del teléfono de Natacha Jaitt continúan apareciendo después del peritaje que se le realizó ayer. Ahora, un audio de la mediática fallecida alertó a los investigadores. En él, Jaitt le habla a un amigo mendocino. Dice: "¿Te bañaste? Me tuvo una hora por teléfono hablando el dueño del salón que voy mañana. Ay, no puedo más".
Los audios fueron revelados por Ariel Wolman en "Nosotros a la mañana" (El Trece, a las 9). Lo extraño es que la persona de la que habla Jaitt, Guillermo Rigoni, dueño del salón, había declarado que nunca antes había hablado con ella.
"No sabía que había hablado y no creo que haya hablado", dijo José Vera, el abogado de Rigoni que estaba invitado al programa.
"Mirá el salón, el tipo de eventos que yo hago son estos, eh", decía un segundo audio de Jaitt, que, según trascendió, iba acompañado de varias fotos del lugar. Pero el abogado volvió a desestimar la palabra de la mediática e insistió: "No se conocían (por ella y su cliente). Y se conocieron por primera vez cuando ella arribó al local".
"Rigoni me dijo que había hablado con Velaztiqui Duarte... No sé si miente Natacha, no sé si el audio es de ella. Lo que yo puedo decir es lo que Rigoni me dijo a mí y a los fiscales: 'Yo la conocí el día que llegó y no tuve contacto con ella'", cerró el letrado.
Raúl Velaztiqui Duarte, el amigo de Natacha y único imputado en la causa por falso testimonio en sus declaraciones, detalló cómo fueron las últimas horas que pasó con Jaitt, y mencionó a Rigoni. "Nos teníamos que ir, pero como llovía mucho, esperamos hasta que parara un poco. Ella, en un momento, se levanta y se va. Poco después la vi hablando con Rigoni", dijo.
"La estaba esperando para irnos cuando bajó Rigoni de la habitación y dijo que Natacha 'se quedó dormida'. Me llamó la atención. Entonces le mandé un mensaje y la llamé. Como no me contestaba, fui a buscarla". Según su relato, cuando ingresó a la habitación la mujer "estaba boca abajo, en bata" y fue Rigoni "quien la dio vuelta".
"Empecé a los gritos, entré en pánico", dijo. "Pensé que me iba a pasar algo a mí. Más miedo tuve cuando encontré el teléfono de Natacha en un lugar en el que no debería haber estado. Estaba atrás de una heladera, adentro de su mochila, rodeada de un montón de cosas", contó.