"Puse el sexo por encima de todo: mi carrera, mis amistades, mi bienestar. Nunca fuera de mi mente". Eso admitió en diálogo con The Sun Laurie Woodruff, quien se considera una adicta al sexo recuperada. Y explicó cuál es su punto débil: "La adicción al sexo se manifiesta de muchas maneras diferentes. Para mí fue buscar encuentros potencialmente peligrosos y volver a las mismas relaciones destructivas una y otra vez".
Estos son extractos del libro "Diario de una adicta al sexo", en el que Laurie Woodruff cuenta su experiencia como adicta al sexo y relata cómo decidió dar un cambio profundo en su vida. Ahora, Laurie es madre, y fue cuando nació su hijo que reconoció que tneía una adiccion que se estaba apoderando de su vida.
"El sexo me controla a mí y a mi vida. Yo lo permito, pero temo que un día me destruya. La adicción roe mi alma. Nunca estoy satisfecha, siempre quiero más. Cada acción que hago, es por amor al sexo".La vergüenza y el estigma que cae en las mujeres que padecen esta problemática fueron algunas de las barreras que debió superar para dar un vuelco rotundo en su vida.
El texto, basado en las propias luchas de la madre británica de 30 años, destaca la psicología interna y la lucha de una adicta al sexo en la sociedad actual. Ella espera que otros adictos puedan aprender de su historia "cruda" relatada de modo "brutalmente honesto".
Laurie explica que pensaba en sexo básicamente todo el día. Pero las cosas cambiaron cuando su hijo nació: se dio cuenta que algo no estaba bien porque no lograba prestarle al niño demasiada atención, y en cambio se juntaba a tener sexo con hombres que la controlaban.
Fue entonces cuando entró a un programa para adictos al sexo (el famoso programa de los 12 pasos, según explica Clarín), y dio resultado. Ahora, cuenta que no tiene sexo hace 4 meses y se siente mucho más cómoda con la vida que llega.
