Cerca de 28.000 kioscos cerraron en los últimos tres años, según un informe de la Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA). Entre las principales razones que llevaron a los comerciantes a cesar sus actividades, señalan la suba de las tarifas, la caída del consumo y el incremento en los alquileres de los locales.
La UKRA, que alimenta su base de datos con información de los proveedores, señaló que a nivel nacional hace tres años había 120 mil kioscos registrados, es decir, Monotributista o Responsable Inscripto. Al día de hoy 28 mil tuvieron que bajar sus persianas. A razón de un kiosco por hora.
En conversación con este medio, Adrián Palacios, presidente de la UKRA, afirmó que el sector está en "estado de alerta" y "preocupado".
Además, advirtió que otros 10 mil kioscos podrían verse obligados a cerrar en los próximos cuatro meses, en especial "por las tarifas de luz que este año en enero ya empezaron a aumentar". En algunos casos, denunció Palacios, el incremento es de un 187%. "Tenemos el caso de un kiosquero que en enero pagó una factura de 8.000 pesos, y por la misma cantidad de kilowatts en febrero está pagando 23 mil pesos", detalló el titular de UKRA.
Palacios explicó que una de las estrategias utilizadas por los kiosqueros para hacer frente a la baja en el consumo, es recurrir a segundas marcas, que son más accesibles y dejan un mayor margen al kiosquero. "Las incorporamos porque nuestros vecinos están pidiendo productos más económicos", dijo y explicó que las segundas y terceras marcas son muy buenas pero, al no tener publicidad nacional, son más baratas. Por otro lado, a veces optan por incorporar productos de primera necesidad, como fideos o aceite.
Un escenario similar planteó la Cámara de Kiosqueros Unidos. En declaraciones radiales, Sergio Acha, titular de la entidad, señaló que "en los últimos tres años cerraron al menos 30 mil kioscos" y como principales causas citó la falta de ventas y el aumento de las tarifas. "Lo que me preocupa mucho es que en estos cierres, y se esperan muchos más en estos próximos meses, se pierden puestos de trabajo. Atrás de cada kiosquero hay una familia", agregó Acha.