La maternidad y paternidad puede ser una etapa de la vida muy esperada para muchas personas, y de ese modo el nacimiento de un hijo se converte en una gran celebración familiar. Sin embargo, a veces las expectativas se ven frutstradas cuando no todo es color de rosas. El puerperio es una etapa muy difícil, y pueden manifestarse condiciones como la depresión postparto, o el desgaste postnatal.
¿Qué es este último? El desgaste postnatal es el nombre con el que se conoce a una serie de síntomas que pueden aparecer luego del parto. Según el doctor Oscar Serrallach, "se trata de una suma de síntomas que afectan a todas las facetas de la vida de una madre después de dar a luz. Estos síntomas tienen su origen en causas fisiológicas, cambios hormonales y la interrupción del círculo circadiano del sueño, sumado a otros componentes psicológicos, mentales y emocionales".
El desgaste postnatal tiene algunos puntos en común con la depresión postparto, pero no es lo mismo. La depresión postparto se presenta en algunas mujeres y es un cuadro más profundo. El desgaste postnatal, en cambio, tiene más que ver con el sentir cotidiano: un profundo cansancio, que se acentúa por la autoexigencia. "
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En occidente, las madres se enfrentan la exigencia que recae en ellas casi inmediatamente después del parto, y al mismo tiempo a la soledad con que deben afrontar todas las responsabilidades. En otras palabras, el desgaste postnatal es el cansancio de las mamás ante este nuevo "trabajo a tiempo completo".
Para el mismo especialista, citado por Clarín, las madres en nuestra cultura no reciben el apoyo emocional y social necesario cuando más lo requieren: esto abarca dietas especiales, personas a cargo de hacer las compras y cocinar, además de otras que las apoyan para que puedan dormir y descansar.
En la cultura ladakhi, por ejemplo, "cuando nace un bebé se designa a diez adultos que se encargarán de distintos aspectos de sus cuidados iniciales y de su posterior crecimiento". Por su parte, entre los "indígenas norteamericanos las mujeres cuidan de la madre y del bebé, le dan de comer a la madre alimentos especiales, la atienden, la lavan, le preparan una cabaña de sudar y le hacen masajes"; esto durante diez a treinta días.
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Muy distinta es la situación en la cultura occidental, en la que las madres cuentan cada vez con menos posibilidades de que otras personas las ayuden mientras están puérperas, y al mismo tiempo, se enfrentan a las exigencias y "consejos" de muchas personas que opinan sobre su crianza, pero no permanecen junto a ellas para realmente compartirla.
En este sentido, para combatir el desgaste posnatal, lo que las madres necesitan es más apoyo y comprención, y ayuda concreta en las necesidades de los primeros días del bebé.