Una cómica secuencia se dio en el aula de una universidad de Estados Unidos cuando un conocido personaje de la televisión ingresó a la clase. Se trataba de Garfield, el simpático gato anaranjado amante de la lasagna.
El original disfraz lo llevaba un estudiante de la Universidad Estatal de Arquitectura y Arte de los Urales. Su intención era agradar a la profesora, que todos conocían como una amante de los gatos.
En lugar de enojarse o castigar al bromista, la docente reaccionó asombrosamente: comenzó a abrazar y acariciar al personaje, y se despachó con una promesa: ¡aprobado de por vida!, le dijo al estudiante.
Las imágenes se difundieron en una red social y pusieron en alerta al rector de la institución, que aseguró que investigará el hecho, ya que sospecha que podría haber sido una movida de los estudiantes para conmover a la docente por su amor a los gatos.
Incluso, dijo, para las fechas de exámenes, los alumnos suelen usar ropa con estampado de gatos y detalles similares.