Stephan Gaeth y Wyley Simpson nunca imaginaron que podrían llegar a ser padres de manera natural. Son una pareja gay estadounidense, Stephan es un varón cisgénero (fue identíficado así al nacer y se siente comodo con eso), y Wyley es un hombre trans, que durante 6 años luchó para que sus rasgos femeninos se extinguieran de su cuerpo. Para eso, se sometió a un tratamiento intenso que incluyó un alto consumo de testosterona y prácticamente lo había terminado.
Quienes se someten a un tratamiento con tetosterona no suelen ser fértiles, por eso que se sorprendió cuando vio la prueba de embarazo que marcaba un claro positivo. Pero tanto él como su pareja ansiaban ser padres, así que decidieron seguir adelante y ahora crían al pequeño Rowan, que ya tiene cuatro meses.
También decidieron hacer viral su historia para "ayudar" a todas aquellas personas en su misma condición. Sintieron el apoyo de sus amigos y de la comunidad LGBT durante el embarazo, y quieren enviar al mundo un mensaje: aceptar a cada familia en su diversidad.
Su historia de amor comenzó en la aplicación de citas Grindr. Stephan esprofesor de yoga y danza, y Wyley técnico veterinario. Al poco tiempo de estar en pareja, sufrieron un contratiempo: su vivienda se incendió. La pérdida fue un duro golpe, pero les abrió el camino a un nuevo estilo de vida. Se mudaron con su perro a una camioneta, y decidieron dejar atrás todo lo que sobraba en su vida para valorar lo que realmente amaban.
"Se quemó pero nos dio espacio para estar juntos. El fuego quitó toda esta basura y nos dejó espacio", dijo Stephan al medio San Antonio Current. El plan era viajar solos por un tiempo, pero fue entonces cuando Wyley comenzó a notar síntomas extraños. Inicialmente lo atribuyó a su adicción a la nicotina y decidió dejar los cigarrillos. Pero no era eso: estaba embarazado.
Al principio sintió la noticia como un golpe, porque la idea de pasar por un proceso biológico que transformaría su cuerpo en algo de lo que había estado trabajando tan duro para distanciarse de él era aterradora. Para continuar con el embarazo, además, debía abandonar la tetosterona. "El embarazo es considerado una cosa femenina para hacer. Era algo de lo que estaba tratando de alejarme", cuenta.
Sin embargo, ante la convicción de que ser padres por vía natural, aunque nunca lo habían pensado, era algo que les ilusionaba, ambos lograron superar los obstáculos. No se arrepienten: Rowan es un bebé sano, tranquilo y que come mucho, y ellos se consideran una familia feliz.