El juez federal Claudio Bonadio dispuso esta tarde la realización de 82 allanamientos en oficinas públicas y privadas con el fin de obtener información sobre obras públicas del período 2003-2015, en el marco de la causa de los cuadernos de las coimas, por el cual está procesada la expresidenta Cristina Kirchner y están involucrados decenas de exfuncionarios suyos y del fallecido expresidente Néstor Kirchner, además de empresarios de la construcción.
Según se informó oficialmente, en los operativos los policías piden información administrativa, actas societarias y otro tipo de documentos que a criterio del magistrado podrían ser útiles para avanzar en la investigación.
En noviembre, Bonadio le había pedido a la Inspección General de Justicia (IGJ) que le indicara los nombres de los directivos de 71 empresas que participaron de las licitaciones de obra pública entre 2003 y 2015, y que señalara si alguna de esas compañías integraron Uniones Transitorias de Empresas (UTE) para participar de las licitaciones estatales.
Julio Crivelli, el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), uno de los lugares donde se realiza un operativo, aseguró que "Bonadio ordenó un pedido de informes sobre autoridades y balances de las empresas asociadas".
"Es un pedido que ya cumplimos, aunque parcialmente. Fue sobre unas 70 empresas que están mencionadas en la causa, no de todas", dijo el dirigente, en declaraciones realizadas al portal Infobae.
Crivelli, que está en el cargo desde fines del año pasado, explicó que el sistema de votos de la entidad está vinculado a la facturación de cada compañía y que por eso tienen los balances de los miembros, aunque no los archivan.
"El día de la elección vemos cuántos votos le corresponden a cada miembro según su patrimonio y cuando se vota se tiran, es el único propósito por el que los tenemos. Presentamos lo que había, además hay balances en los que están las autoridades y otros en las que no", detalló Crivelli, que es abogado, y aseguró que no sorprendió el procedimiento.
Seguirá detenido
A su vez, Bonadio rechazó esta tarde excarcelar al último arrepentido de la causa de los cuadernos de las coimas, el exsecretario de Hacienda de Santa Cruz Juan Manuel Campillo, informaron fuentes judiciales.
Por la mañana, el detenido exsecretario privado de Cristina Kirchner, Isidoro Bounine, había sido trasladado a los tribunales federales de Retiro para ser indagado en la misma causa, luego de que Campillo dijera que el exsecretario privado lo contactó para que asesorase al fallecido Daniel Muñoz con operaciones inmobilliarias en Estados Unidos y empresas off shore.
El exsecretario de Cristina Kirchner aceptaría hablar ante Bonadio y el fiscal Carlos Rívolo, según fuentes de su defensa.
Bonadio ordenó además trasladar desde la cárcel a la viuda de Muñoz, Carolina Pochetti, que al mediodía de hoy se encontraba ampliando su indagatoria, y a otro arrepentido del caso, el financista Ernesto Clarens, para el mismo trámite.
Pochetti llegó esposada y con casco al juzgado de Bonadio, en el cuarto piso de Comodoro Py 2002.
Campillo logró homologar su acuerdo como imputado colaborador y pidió la excarcelación, pero Bonadio se la denegó.
"Asesoramiento"
En su declaración, sostuvo que Bounine lo llamó para presentarle a Muñoz y pedirle asesoramiento en operaciones vinculadas a venta de propiedades en el exterior y constitución de sociedades off shore.
Por ello, dijo que Bounine le pagó en efectivo unos 200.000 euros como honorarios.
"Cuando la cosa tomó ribetes de mamarracho yo me fui. Al doctor Kirchner le hubiese firmado una sentencia de muerte, pero a ella no", dijo Campillo en referencia a Cristina Kirchner.
Campillo fue ministro durante la gobernación del fallecido expresidente en Santa Cruz y después presidió el Oncca a nivel nacional, hasta que dejó la función pública, algo que vinculó a su falta de "obsecuencia" para con la actual senadora.
Si bien no vinculó de manera directa las maniobras de lavado de activos de Muñoz y su entorno con la figura de los ex presidentes, Campillo analizó que "los secretarios nunca cesaron en sus funciones, y por discreción podían dejar de decir que los mandaba tal o cual persona".
"Luego de haber cesado en sus funciones todos siguieron trabajando con el matrimonio Kirchner", dijo.
Campillo recordó que cuando recibió el llamado de Bounine pensó en un principio que "era la doctora Kirchner" la que podía estar llamándolo, pero siempre dijo que sus contactos y reuniones fueron con Muñoz.
Por la Corresponsalía de Buenos Aires.