Hace tan sólo 15 días, el famoso montañista y esquiador, Yuichiro Miura, de 86 años, anunciaba su partida de Japón, directo a Mendoza para emprender su próxima hazaña: llegar a la cima del Aconcagua (6.962 metros de altura) y descender esquiando. Según informó Clarín, el deportista extremo llegó el jueves a Uspallata, y ya está listo para convertirse en el hombre más longevo en llegar a la cumbre. "Esta montaña es todo un reto, pero mucho mayor es intentarlo a mi edad", dijo a ese medio.
El octogenario, desde hace varios años es considerado toda una celebridad. Es que lleva una larga historia de proezas: por ejemplo, en 1970, bajó esquiando el Everest, al cual planea volver en cuatro años, cuando cumpla los 90, y fue el protagonista de un documental donde se muestra ese desenso, a partir del cual ganó un Oscar. "Es una montaña en la que puedo hacer realidad mi sueño", afirmó en una presentación, donde resaltó las "impresionantes vistas" del Aconcagua, desde donde se puede ver el Océano Pacífico y Santiago de Chile.
Según informa Clarín, Miura ya fue trasladado en helicóptero desde Uspallata hasta el campamento base Plaza Argentina, a 4.100 metros, para evitar un mayor desgaste. Incluso, el mismo deportista contó que no realizará la ruta normal -la Norte- sino que tomará un camino más técnico. "No es necesario cansarlo. La idea es que en una semana ascienda entre 400 y 500 metros de desnivel", explicó a ese medio Mauricio Capitani, gerente de la empresa Aconcagua Visión, que dirige el operativo de ascenso.
No es la primera vez que el deportista nipón sube al Aconcagua. En 1985 logró llegar a la cima sorteando todas las dificultades. Sin embargo, y con una edad más avanzada, Miura expresó sus preocupaciones en el sitio especializado en andinismo, "Aconcagua online". "Recuerdo que estuve muy preocupado en el último tramo de intento de cumbre porque cerca de la cima hay un terreno complicado, donde das uno o dos pasos y uno hacia atrás, fue muy dificultoso", publicó.
En los días previos al ascenso, tanto Miura como su equipo permanecerán en el campamento para aclimatarse, mientras los guías se encargan de preparar toda la ruta. Además, el deportista extremo será asistido con oxígeno durante todo el trayecto, y según Clarín, ascenderá con estribos amarrados a una cuerda para evitar caídas. "Es cierto que Aconcagua es una medida para ver mis posibilidades de ascender el Everest a los 90 años, pero mejor –primero- veamos cómo va todo esta vez", confesó al mismo medio.