"Yo nunca estuve bajo el ala de nadie, ni protegida. Al contrario, siempre estuve yo protegiendo a la gente", dijo Andrea Rincón en una entrevista con Ciudad Magazine en la que habló de su pasado y su carrera.
El periodista Sergio Florez le preguntó por su pasado de mujer fatal y ella respondió: "El prejuicio más grande lo tuve yo, eso de no dejar de ser un espejo que uno enfrenta. A mí no me pesaría la mirada del otro si tampoco estuviera la mía. Sin dudas, el mayor prejuicio a superar fue el mío".
"Yo venía de dormir en una plaza, zafé pudiendo alquilar una pieza en una pensión y, en ese momento, entré en un reality y me salió esa salida para zafar el mango para vivir. Pero realmente me angustiaba muchísimo porque no iba de la mano con lo que yo pensaba, sentía que estaba yendo en contra de mí misma", continuó Rincón.
"Realmente fue muy difícil para mí eso, pero el prejuicio mayor fue el mío, tuve que pelear mucho con esto y tratarlo mucho en terapia. Ya pasó y no fue nada indigno: no robé, no maté y no me prostituí", cerró.
Con respecto a la posibilidad de ser madre, Rincón dijo: "No tengo apuro, la verdad. Siento que no tengo apuro por encontrar una pareja. Si se me pasa el cuarto de hora para ser madre, puedo adoptar porque hay tantos chicos que necesitan amor y yo tengo mucho amor para dar. Hice elecciones malas con personas abusadoras, hablo de abuso en el sentido de que siempre recibían y nunca daban. Absorbieron todo lo que yo daba y nunca dieron nada a cambio. Siempre repetí lo mismo, y ya no lo hago más, porque lo pude cambiar a través de mis amistades, que dan y reciben".