El presidente de River Rodolfo D'Onofrio brindó una entrevista al diario El País de España en la que comparó los sucesos ocurridos en las inmediaciones del Monumental, en la previa de la Superfinal que luego fue suspendida, con el atentado a las Torres Gemelas de Nueva York.
"Lo sucedido en el Superclásico debería ser el 11-S argentino", dijo el dirigente "millonario". Respuesta que disparó luego de una pregunta inómoda del periodista español: "¿No hay relación entre la directiva de River y la barra brava?".
El presidente de River también reveló que el los últimos días recibió amenazas. "Tengo 200 o 250 hinchas de Boca que me dicen que me van a matar" aseguró, y ante la pregunta del periodista sobre si confirmaba que eran de Boca, contstó: Sí, los de River están cien por cien conmigo. No la barra brava, la gente. Yo ni conozco a la barra brava. Jamás los traté. Lo único que quiero es que no estén más".
"Lo juro por mis hijos. Hay que terminar con esta gente que está comprometida con la política. En cualquier manifestación están ellos, entonces los políticos no se tienen que hacer los tontos. Quiero que lo que ocurrió ese sábado sea el 11 de septiembre de Argentina. Pero tienen que poner las pelotas el Gobierno nacional y los directivos. Tenemos que hacerlo de forma conjunta, cada uno solo no se puede", explicó.
Además, dijo que esta Superfinal en Madrid será recordada como "una vergüenza, como la tremenda vergüenza del fútbol argentino".
"Es algo increíble. Un sistema de seguridad que falló, absoluta y totalmente. No es solo un problema de Argentina, en Europa también hay episodios de violencia. El otro día vi un partido de fútbol griego en el que no se tiraban piedras, se tiraban misiles", comparó.
"River fue generoso y tuvo palabra. El sábado pactamos que el partido se jugaba al día siguiente. Y el domingo la final no se jugó porque Boca había presentado un escrito en la Conmebol para llevarse los puntos sin jugar la vuelta. No fue una actitud leal", agregó.
"La Conmebol está en todo su derecho, lo que no entiendo es que la AFA apoyara esa decisión. Se votó por unanimidad que el partido no se jugara en Argentina", sostuvo.
"La responsabilidad de River empieza dentro del Monumental. Cuando Boca sale de su hotel, la responsabilidad es de la seguridad. Y ya lo reconocieron las máximas autoridades de la seguridad de la ciudad y de la nación. ¿O era la primera vez que Boca venía a jugar a la cancha de River? Sé que River es un damnificado. Acá se les prohibió a 66.000 aficionados, gente que vino de todos los lugares de Argentina y del mundo, a ver esa gran final. Y ahora les pusieron su espectáculo a 10.000 kilómetros. Estamos en desventaja", aseguró.