"La fiesta de las luminarias" mejor conocida como Jánuca, es una de las celebraciones más importantes entre los judíos. Su significado está ligado a la renovación y la alegría. Y se trata de ocho jornadas donde se evoca el triunfo de los macabeos sobre el ejército seléucida, que finalizó con la recuperación del Gran Templo de Jerusalén.
Según una nota publicada por Clarín, la celebración se desprende del milagro que ocurrió en el templo: los macabeos prendieron un candelabro con siete velas, que duraría tan solo una jornada, pero permaneció encendido durante ocho días. Por esa razón, durante la festividad, que comienza el 2 de diciembre y se extiende hasta el 9, se prenderán las ocho velas, cuyo único fin es la contemplación y reflexión. Según la tradición, el candelabro debe situarse cerca de la ventana y tiene que haber uno por familia.
"La celebración de Jánuca implica también cambios en el menú, fundamentalmente marcado por alimentos fritos. Es que el aceite tiene en esta fecha un rol y significado especial: se conecta con el jarro con el que ocurrió el milagro", describe el artículo. Y agrega que los niños tienen un rol especial: "Se les suele dar monedas y regalos. También existe un juego tradicional con una perinola que lleva las letras hebreas equivalentes a la oración 'allí (o aquí) ocurrió un gran milagro'".
En un comunicado, la AMIA expresó: "La 'Fiesta de las luminarias' nos enseña que nuestra vida solo brillará si nos comprometemos con lo que sucede a nuestro alrededor, enfrentando nuestros desafíos, y luchando por nuestra fe, a pesar de que los obstáculos parezcan imposibles de superar".