El G20 permitió a los argentinos y al mundo ver a una cantidad elevada de mujeres en puestos de poder: la canciller alemana Ángela Merkel; la primera ministra de Reino Unido Theresa May, o la directora del FMI, Christine Lagarde. Visto así, pareciera que finalmente cuentan con tantas posibilidades de llegar a altos cargos como los varones. Sin embargo, basta con darse cuenta que estas tres eran las únicas mujeres en el grupo de los 38 líderes mundiales para darse cuenta de que no es así.
Según explica Gala Díaz Langou, directora de Protección Social de Cippec, en el mercado laboral las mujeres enfrentan tres barreras: el acceso al mercado de trabajo por tener que ocuparse a otras tareas, las peores condiciones laborales y salarios más bajos, y el "techo de cristal", un límite intangible pero real que les dificulta llegar al top management.
Con respecto al último, hay solo un 32% de jefas, un 26% de gerentas y al último peldaño llegan un 9% de las mujeres. El 91% de los altos ejecutivos son hombres.
A todo esto se suma la problemática concreta de la brecha salarial. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) detectó en su último informe que las mujeres ganan en la misma posición un 20% menos que los hombres, según datos que representan alrededor del 80% de los salarios del mundo.
La contradicción de la maternidad
En la presentación de ese informe, Guy Ryder, director de la OIT, afirmó que claramente se penaliza la maternidad en las mujeres. Y no solo eso: a la inversa, existe un bono simbólico para la paternidad: a los hombres con niños jóvenes les va mejor en términos salariales que a las madres. Díaz Langou, consultado por el diario La Nación, coincide al afirmar que "la maternidad es un castigo y la parternidad un premio cuando se habla de incentivos en el mercado de trabajo".
En países avanzados en cuanto a políticas laborales, la maternidad y la paternidad bien entendidas como servicio a la sociedad es un concepto que se entiende y promueve. Sin embargo, las cifras demuestran que queda un largo camino por recorrer para eliminar la brecha entre los géneros.