Buenos Aires, 1 Dic 2018 (AFP) -La reunión tan esperada entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su par chino, Xi Jinping, inició este sábado en Buenos Aires, al margen de la cumbre del G20, marcada por fuertes divisiones por "problemas" en el comercio y clima.
"Espero que dialoguemos y que sigamos dialogando después", dijo Trump al ingresar a la cena en el hotel céntrico donde se aloja en la capital argentina.
La cita acapara la atención mundial, pero es difícil que los dos líderes de las mayores potencias mundiales concilien sus diferencias.
"Espero que la reunión entre Estados Unidos y China lleve a soluciones. Porque todos sabemos que estamos indirectamente impactados por el hecho de que las relaciones sino-estadounidenses no son lo buenas que el orden mundial requiere", destacó la canciller alemana Angela Merkel.
Y justamente el comunicado final de los líderes de las 20 principales economías del mundo evocó los "problemas en el comercio" sin condenar el proteccionismo, el asunto más espinoso en la "guerra comercial" entre Estados Unidos y China.
De no revertir esta situación, habrá consecuencias en la economía mundial, según advirtió la directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde. Tenemos la "necesidad urgente de suavizar las tensiones comerciales, dar marcha atrás a los recientes aumentos de aranceles", destacó.
Todo esto ha "empezado a tener repercusiones negativas", remató Lagarde. El FMI advirtió que a corto plazo, el PIB mundial podría sufrir una reducción de 0,75% para 2020 si continúan las restricciones al comercio.
El texto final admitió que el sistema comercial multilateral "ha fallado en sus objetivos" y destacó la necesidad de reformar la Organización Mundial de Comercio.
Una "guerra comercial" se inició cuando Trump impuso aranceles que alcanzaron a 300.000 millones de dólares de importaciones, de los cuales 250.000 millones de dólares correspondían a productos chinos.
La próxima batería de medidas está prevista para el 1° de enero, cuando los aranceles de Estados Unidos a importaciones chinas por unos 200.000 millones de dólares podrían subir de 10% a 25% si no hay acuerdo.
Antes de dejar Washington, Trump dijo ver "buenas señales", pero a la vez se mostró reticente a un acuerdo. "Creo que estamos muy cerca de hacer algo con China pero no sé si quiero hacerlo", expresó.
En su discurso ante los demás líderes, el mandatario chino dio un claro mensaje: los miembros del G20 deben "apoyar el sistema comercial multilateral".
Durante años, Estados Unidos acusó a China de manipular su moneda, el yuan, para volver más competitivos sus productos.
Con la llegada de Trump a la Casa Blanca y sus medidas proteccionistas, el gobierno estadounidense pasó a la acción. Pero el déficit comercial con China continúa profundizándose.
Y en setiembre alcanzó un nivel récord. Del total de 54.000 millones de dólares en rojo, 37.400 correspondieron a los intercambios con China.
Todos los jefes de Estado y de gobierno del G20, aunque con excepción de Estados Unidos, como era de esperar, se comprometieron a alcanzar los objetivos del Acuerdo de París para enfrentar el calentamiento global.
"Los firmantes del Acuerdo de París se comprometieron con su implementación", señala el comunicado. Sin embargo, Estados Unidos dejó asentada en la declaración su decisión de retirarse del Acuerdo.
El presidente estadounidense, quien pone en duda el cambio climático, retiró a su país de los acuerdos ambientales de París en junio de 2017, poco después de llegar a la Casa Blanca.
Las divisiones son cada vez más visibles entre estos líderes, con varios invitados incómodos.
Trump suspendió una reunión con el presidente ruso, Vladimir Putin, luego de que fuerzas rusas apresaran a la tripulación de tres navíos militares ucranianos frente a las costas de Crimea.
Pero la reunión también fue anulada en medio de la controversia en Estados Unidos por nuevas revelaciones en la investigación sobre una presunta injerencia de Rusia en la campaña presidencial estadounidense de 2016.
Putin lamentó que Trump haya cancelado la cita y consideró que un encuentro entre ambos es "realmente necesario".
"Espero que podremos reunirnos cuando el lado estadounidense esté listo", dijo. Pero volvió a mostrar su lado combativo: "la guerra continuará" mientras el gobierno de Ucrania siga "en el poder", dijo en rueda de prensa.
Bajo los reflectores estuvo también el príncipe heredero saudita Mohamed bin Salmán por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi.
Si en su primer comunicado en Washington, donde el grupo se creó hace diez años, los miembros del G20 destacaban "la importancia de rechazar el proteccionismo", en 2018, en plena guerra arancelaria, ni siquiera mencionaron el tema.