El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, aseguró hoy que la final de la Copa Libertadores de América entre River Plate y Boca Juniors "se tiene que jugar" y consideró que la única alternativa es que el encuentro se concrete en Madrid. Esta decisión de Conmebol fue rechazada por River a través de un comunicado.
La autoridad máxima del fútbol mundial reveló que en su encuentro de las últimas horas con el presidente Mauricio Macri charló sobre el tema, pero aclaró que sólo fueron algunos comentarios y no hubo pedidos del mandatario argentino.
"Tenemos que identificar a los responsables de los hechos del sábado y que se haga algo en torno a ello", dijo el dirigente internacional en una conferencia de prensa en el complejo de Costa Salguero donde se desarrolla la cumbre de líderes del G20.
Luego de reclamar que actúen las autoridades argentinas y la Justicia para identificar a los responsables del ataque al micro que trasladaba al plantel de Boca Juniors al Monumental el sábado 24 de noviembre, Infantino confirmó que habló con Macri del partido.
“Le dije: viste que la Conmebol decidió que el partido se juegue en Madrid. Me dijo que sí. Y nada más, no hablamos más”, sostuvo Infantino, quien le agradeció al jefe de Estado argentino por haberlo invitado a ser parte de la cumbre del G20.
River rechazó el traslado de la final de la Copa al estadio Santiago Bernabeu, de Madrid, con un fuerte descargo a la resolución de la Unidad Disciplinaria de la Conmebol que se dio a conocer y está firmada por el presidente del club, Rodolfo D'Onofrio.
El club de Núñez presentó su descargo al ente disciplinario. En el mismo expresa "su total rechazo al cambio de sede" y resalta que la decisión de trasladar la final ante Boca al estadio Santiago Bernabeu de Madrid es "totalmente arbitraria, Infantino respondió que no sabía de esta presentación realizada por D'Onofrio, se mostró "sorprendido" por ser consultado sobre River y Boca y agregó que su paso por la Argentina para vivir la trunca superfinal "fue un momento muy triste" por lo sucedido.
"El fútbol genera mucha emoción, pero es un deporte, es un partido. No es una guerra ni una batalla, es sólo fútbol. Todos tenemos que aprender de lo ocurrido el sábado y que nunca más vuelva a ocurrir", enfatizó.
En esa línea, remarcó que la Conmebol tiene "la facultad, jurisdicción y autoridad" de decidir sobre lo ocurrido. "Ha analizado la situación y cree que la única opción es que este partido de lleve adelante en España. Es la única manera de seguir adelante", sostuvo Infantino.
La FIFA aprobó la decisión de la Conmebol y brindará su apoyo. "Todos tenemos que analizarlo en nuestro interior: es un partido de fútbol muy importante sobre el que se hablará los próximos diez años, pero es sólo un partido de fútbol", añadió.
La máxima autoridad del fútbol mundial sostuvo que la superfinal se tiene que jugar: "El fútbol siempre se tiene que jugar. No se puede parar la pelota. Tenemos todos que ver cómo podemos dar las condiciones para que se juegue".
Infantino consideró además que lo sucedido en torno a la Superfinal no afecta la candidatura de Argentina para realizar el mundial 2030 junto a Paraguay y Uruguay, dado que eso se va a decidir recién en cuatro años y "hay tiempo para trabajar".