Kirby Evans no eligió verse como se ve, no pudo evitar lo que el cáncer le hizo a su rostro. Y tras decidir salir a tomar un café con unas donas en Forks Pit Stop, un local gastronómico de Walterboro, en Carolina del Sur, se chocó con una dura realidad: la falta total de empatía.
El hombre hizo su pedido y se sentó a la mesa para disfrutar de su merienda. Pero fue abordado por la gerenta del local, que lo llevó a su oficina y le exigió que se tapara la cara o se fuera. Le dijo que su rostro "asustaba a los otros clientes".
"Las palabras que salieron de su boca me lastimaron tan profundamente", contó Evans a la ABC News 4 después de que se difundiera la noticia.
El hombre aceptó el pedido de la encargada del local y se fue a su casa. Estaba muy triste y le contó a su hija Brandy lo que le había pasado. Ella decidió publicar lo sucedido en Facebook junto con una hermosa reflexión. "Mi padre es un sobreviviente de cáncer. Perdió su ojo y su nariz debido a este horrible cáncer. No puede evitar lo que el cáncer le hizo a él", escribió la mujer en la red social.
Y continuó: "Mi padre es el hombre más fuerte que conozco, pero cuando me contó lo que le había pasado vi cómo se le caían las lágrimas. Me dolió haberlo visto así, sobre todo por culpa de algo que no puede evitar".
En su publicación, la mujer explica que su papá no tiene el dinero para pagar las cirugías que necesita para reconstruir su nariz y que tampoco puede cubrirse el ojo con un parche porque la piel le quedó demasiado sensible. Sin embargo, esta explicación es innecesaria porque lo que es descabellado es el planteo de la encargada del comercio.
La denuncia llegó a la gerenta del local, quien respondió con un comentario en el que se justificó: "Dirijo un negocio de servicio de comida donde la gente come. No veo absolutamente nada de malo en lo que hice. Él vino justo en el horario de más trabajo. Tengo facturas que pagar y trabajo muy duro para complacer a los clientes".
Ahora, bajo el lema "el cáncer no discrimina" Brandy lanzó una campaña de Go Found Me para conseguir los fondos necesarios para que su padre pueda operarse y dejar de "asustar" a los clientes del Forks Pit Stop.