"Nunca lo atiendo, siempre es publicidad, no hay forma de que sea para mi". Las voces coinciden, el teléfono fijo que durante los 90 era sensación y cuya instalación demoraba meses y generaba ansiedades en las familias, ahora lleva demasiado tiempo sin ser atendido.
En la mayoría de las casas todavía está presente, e incluso se paga como un servicio incluído entre otros, pero su principal función actualmente es decorativa.
En Francia, hace pocos días se decretó la muerte de la telefonía de línea y se estima que para 2023 ya no quedarán terminales conectadas con alambre de cobre. El teléfono fijo seguirá vigente pero conectado a través de internet, informó La Nación.