La expresidenta Cristina Kirchner volvió a pasar la noche en la casa de su hija Florencia Kirchner y no durmió en su departamento ubicado en Uruguay y Juncal, en el barrio porteño de Recoleta.
Luego del allanamiento ordenado por el juez federal Claudio Bonadio, según publicó La Nación, desde el entorno de la exmandataria advirtieron que no se sabe si regresará a su departamento, ya que están "muy preocupados por su seguridad".
Ese temor no radica en un atentado o en una posible agresión sino que los voceros de Cristina sostuvieron que no está garantizado el resguardo de su intimidad, ya que le impidieron al abogado defensor, Carlos Beraldi, estar presente en el operativo.
En ese sentido, un miembro del equipo de prensa de la expresidenta le planteó a La Nación: ¿Cómo sabemos si no le escondieron un micrófono? Tienen el tamaño de una uña". Y agregó: "Para eso queríamos que estuviera presente Beraldi".
Por su parte, la senadora Anabel Fernández Sagasti también expresó su preocupación: "Sabemos de los equipos que adquirió el gobierno nacional de cámaras y escuchas".
Durante el día, mientras se realizaban los allanamientos, Cristina Kirchner estuvo en el Instituto Patria, donde fue visitada por diferentes dirigentes de organismos de derechos humanos que le transmitieron su apoyo. Además, estuvieron miembros de La Cámpora, diputados del Frente para la Victoria (FpV) y Carlos Zannini, entre otros.