La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Mundial de la Migración (OIM) pidieron hoy a Estados Unidos que mantenga "su larga tradición" de proteger a los que huyen de conflictos y evitaron -al mismo tiempo- criticar abiertamente la nueva política de restricción de entrada de refugiados e inmigrantes al país.
El nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó ayer un decreto por el que suspende el programa de recepción de refugiados durante 120 días para revisar el procedimiento con el objetivo de evitar la entrada de terroristas.
Además, cerró las puertas del país a la mayoría de refugiados sirios por tiempo indefinido y suspendió durante 90 días la obtención de visados en siete países de mayoría musulmana.
Las dos agencias de la ONU recuerdan que esta política aplicada hasta ahora por Washington permitió "rescatar" a algunas de las personas más vulnerables del mundo y al mismo tiempo "enriquecieron" a la sociedad estadounidense.
Desde octubre pasado (coincidente con el inicio del actual año fiscal en Estados Unidos), las autoridades estadounidenses admitieron a 25.600 refugiados.