La investigación del diario La Nación sobre los cuadernos del exchofer Oscar Centeno destapó una red de coimas durante las presidencias de Néstor y Cristina Kirchner. ¿Pero qué pasó con esos documentos?
Según pudo reconstruir Vía País en base a testimonios cercanos a la investigación periodística y a información publicada en los medios, los cuadernos del exchofer de Roberto Baratta, número dos de Julio De Vido en el Ministerio de Planificación, llegaron a manos de Diego Cabot (periodista de La Nación) en enero de este año.
Cabot recibió una caja, a través de un allegado de Centeno, con "documentos que daban cuenta de manera detallada de una trama de corrupción inconmensurable: cuadernos, un anotador, facturas de una marroquinería por compras de bolsos, fotos y videos". Desde ese momento, el matutino inició un análisis del material, tomó fotografías del mismo y lo mantuvo en su poder.
En las hojas de los cuadernos Gloria, Centeno tomó nota de todo lo que transportó en sus épocas como chofer de Baratta: días, horarios, nombres, direcciones y montos que trasladaba en su Toyota Corolla.
En abril, el allegado a Centeno pidió al equipo de investigación de La Nación volver a tener los cuadernos originales. Fuentes consultadas coinciden en que el diario se los entregó. Pero, antes de devolverlos, la Justicia tuvo acceso a los documentos originales, indicó Nicolás Wiñazki en Clarín. "Los vio, los escaneó y chequeó lo que allí se decía el periodista Diego Cabot, y así también lo declaró bajo juramento ante la Justicia", escribió en su columna de este viernes. Es decir, las copias que hoy circulan están certificadas.
Una vez que el juez Claudio Bonadio, que encabeza la causa, tomó las primeras medidas y decidió detener a Baratta y Centeno, el exchofer confesó en sede judicial: "Los cuadernos son míos, yo los escribí".
A raíz de esto, el jueves, el fiscal Carlos Stornelli encabezó una serie de operativos y allanamientos para dar con los documentos originales. No se encontraron. Ahora, remarcó Clarín, Centeno deberá explicarle al juez Bonadio por qué le dijo a un fiscal que él los tenía en su casa y allí ya no estaban.
Por la conmoción y la magnitud del caso, luego de los allanamientos fallidos, Raúl Kollman, periodista de Página 12, puso en duda la veracidad de los datos recopilados por Diego Cabot y su equipo. Y Perfil, en tanto, sostuvo que los investigadores "no lograron acceder a los originales".
En una especie de respuesta, Candela Ini, una de las periodistas que participó del análisis de los cuadernos, posteó las fotos del trabajo que realizó con sus colegas y donde aparecen los anotadores Gloria.
Cómo sigue la causa si los cuadernos no aparecen
Según pudo saber Clarín, los cuadernos no son las únicas pruebas con las que Bonadio y Stornelli detuvieron a los empresarios. "Habría mucho más material comprometedor para los detenidos por la Justicia. Las copias de los cuadernos extraviados ayudaron a los investigadores a recolectar ese material en formatos múltiples", reveló Nicolás Wiñazki.
Sin embargo, aún resta determinar dónde están los cuadernos o quién se los llevó y por qué.