Este jueves además de confirmarse el procesamiento de Pity Álvarez con prisión preventiva por "homicidio agravado", se conoció en detalle cómo fue el crimen de Cristian Díaz y su última frase antes de ser ejecutado por el músico.
"Si vas a tirar, tirá, gato", desafió Díaz al Pity mientras golpeaba con su mano la gorra que llevaba puesta y acercándose con su propia cabeza hacia el rostro de Álvarez "con la intención de avanzar en la provocación".
Según testigos, la discusión previa al homicidio se desató por una mochila presuntamente robada al líder de "Viejas Locas".
"Y lo que comenzó como una mera conversación, inmediatamente se habría convertido en algún tipo de reclamo por parte de Díaz. Según el testimonio de quien se hallaba junto a Álvarez, la víctima le habría recriminado al imputado por una supuesta sospecha que el último montara ante la falta de algunos objetos personales, ocurrida en una fecha incierta", indica el procesamiento firmado por el juez Martín Yadarola.
Por otra parte, el escrito señala que un testigo de identidad reservada recordó un episodio previo "en el que Díaz habría acercado a Álvarez a conseguir droga, quedándose con una mochila del causante u objetos que había en su interior".
Al respecto, la resolución añade: "Este reclamo es lo que habría provocado un intercambio de palabras, frases y el recuento por parte de ambos de distintos antecedentes vividos por los involucrados (al decir de la testigo: quién había estado detenido con antelación y por qué delitos)".
Tal cual explicó la testigo presencial, Díaz "habría decidido incitarlo a pelear, mientras hacía ademanes con sus brazos golpeándose la zona del pecho manifestando en algún pasaje del suceso: '…vos sabés quién soy, te acordás de mí, te acordás cuándo yo te llevé a la villa, vos dijiste que te faltaban cosas en la mochila y yo no soy rastrero…".
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Acto seguido, el procesamiento indica que "esta actitud habría sido el desencadenante de la reacción de Cristian Álvarez quien, sin mediar palabras y encontrándose a escasa distancia de su rival, sacó el arma de fuego que llevaba consigo, apuntó al rostro de Díaz y le efectuó un disparo que impactó en dicha zona y lo hizo caer tendido".
"Inmediatamente después, el imputado se posicionó parado frente a la víctima que yacía en el suelo y, también a corta distancia, le disparó otras tres veces más directamente a la zona del rostro, para luego guardar el armamento y dirigirse sin más hacia su automóvil, retirándose del lugar", completa.