La electricidad y las bombas para sacar el agua dejaron de funcionar, por lo que salir de la cueva pasó a ser algo urgente, de acuerdo al relato del último buzo en dejar la cueva en Tailandia tras el rescate de los 12 niños y su entrenador.
"El australiano que supervisaba el paso se puso a gritar diciendo que la bomba de agua había dejado de funcionar", explicó a AFP Chaiyananta Peeranarong, de 60 años, excomando de la Armada tailandesa.
"Si no se bombeaba el agua en ese lugar sólo se podía salir con una botella de oxígeno", agregó sobre los últimos instantes de esa dramática evacuación.
Debido a la situación, los últimos buzos se precipitaron para pasar por ese lugar en 'T', que era una pesadilla por lo estrecho. Chaiyananta dejó pasar a sus colegas y salió último; apenas tuvo tiempo de pasar antes de que el lugar quede totalmente sumergido.
El excomando tailandés explicó que la prioridad del equipo internacional de expertos del que formaba parte era asegurarse que los niños no entraran en pánico, es por ello que algunos fueron sedados.