La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció que la adicción a los videojuegos es un desorden de salud mental. Incluyó esta problemática en la Clasificación Internacional de Enfermedades, una decisión que fue relativizada por especialistas en salud y juegos.
En el sitio web del OMS, dentro del apartado (ICD-11) que aborda los desórdenes relacionados con comportamientos adictivos, explica: "El trastorno por videojuegos se caracteriza por una adicción persistente o repetida a los juegos online u offline".
Entre los síntomas que definen este comportamiento, el organismo enumera la incapacidad de la persona de controlar la frecuencia, duración e intensidad de las sesiones de juego, así como el deseo de seguir jugando a pesar de las consecuencias negativas.
Para Pablo Inguimbert, psicoanalista e integrante del área de Salud de la Fundación Argentina de Videojuegos (Fundav), la etiqueta de la adicción a los videojuegos puede representar en realidad "la punta del iceberg" de otro problema, como por ejemplo un trastorno de ansiedad o depresivo.
El director del departamento de Salud Mental y Abuso de Substancias de la OMS, Shekhar Saxena, especificó que el hecho de jugar a un videojuego no es nocivo por si mismo. Especificó que el problema existe cuando el consumo es abusivo y cambia el comportamiento de la persona que lo ejerce.
"Si el niño, adolescente o adulto que juega lo hace sin parar y deja de salir con sus amigos, deja de hacer actividades con sus padres, se aísla, no estudia, no duerme y solo quiere jugar, eso son signos de alerta de que podría tener un comportamiento adictivo y que tiene que buscar ayuda", advirtió en declaraciones.
