Mohamed Salah rompió el silencio luego de su lesión en la final de la Champions League, el pasado 26 de mayo en Kiev, y cargó contra Sergio Ramos, culpable de su lesión, que dijo que el egipcio podía seguir jugando infiltrado.
"Cuando caí al suelo, tuve una mezcla de dolor físico y mucha preocupación, también enfado y tristeza por no poder continuar jugando la final de la Champions League. Momentos después, también pensé sobre la posibilidad de perderme el Mundial y eso fue un pensamiento devastador", admitió el delantero del Liverpool que aún sigue recuperándose y se especula que no sera de la partida en el debut de Egipcio ante Uruguay.
Salah repudió las afirmaciones de Sergio Ramos, al que calificó de "gracioso" cuando le recordaron que el central había dicho que se lesionó el otro brazo y que podía seguir jugando. "Mi comentario es que siempre está bien cuando quien te ha hecho primero llorar, después te haga reír. ¿Quizás podría decirme también si voy a estar listo para el Mundial?", sentenció la estrella egipcia.