En los últimos años, Costa Rica aumentó popularidad y es uno de los destino más buscados por los turistas. Sin embargo, pocos conocen la belleza que se oculta a lo largo de su territorio.
El país del caribe tiene una enorme superficie de bosque húmedo tropical ubicado en el centro-norte, el cantón de Sarapiquí, en la provincia de Heredia, en donde todo está por descubrirse. Esta zona, junto a la que abarca el Caribe Sur a la altura de la ciudad de Puerto Viejo, es un mosaico salvaje de reservas privadas y parques nacionales, la versión menos turística de la geografía tica.
Para La Nación es la meca del turismo lento porque no hay grandes resorts como en el Pacífico Norte, en las playas de Guanacaste, al estilo Hilton y Four Seasons.
Es un auténtico paraíso natural: reúne el 5% de la biodiversidad mundial y alberga a más de 500.000 especies de flora y fauna.
Las actividades son de lo más variadas y divertidas, desde el rafting por el río Sarapiqui hasta el buceo en las playas del Caribe Sur, un viaje por los parajes menos explorados del ecoturismo costarricense